Comisiones de Paz del Congreso resaltan logros de Bogotá frente a posconflicto
“Bogotá debe convertirse en un hito y en un referente para el posconflicto en Colombia”, dijo la congresista de la Alianza Verde, Ángela María Robledo Gómez, en su participación en el ‘Encuentro Distrital para la Paz’, organizado por la administración distrital, donde se discutió el papel de la capital del país para la paz.
Dijo que la capital del país fue “el primer territorio decretado hace unos años como territorio de paz para aportarle al conflicto. Cuando nadie creía, fue Bogotá la que lo decidió y eso lo seguiremos defendiendo. Nos hemos comprometido con el conjunto de congresistas que defendemos los derechos humanos y la paz”.
Reiteró que el mejor aporte de la ciudad a la paz y el posconflicto es el haber profundizado los logros sociales en Bogotá: entregar una ciudad con unas cifras impresionantes en disminución de la pobreza, y mostrar que es posible vivir con dignidad a lo largo y ancho de esta ciudad que ha recibido el mayor número de personas desplazadas, a las que les ha garantizado sus derechos. “Es el legado que nos queda y la enorme responsabilidad de defendelo pacíficamente”, dijo Robledo Gómez.
“Es necesario recordarle al alcalde electo de la ciudad, Enrique Peñalosa, que Bogotá tiene que seguir siendo un territorio de paz, porque aquí se han hecho realidad los derechos sociales y la dignidad para vivir”, puntualizó la congresista
Por su parte, el senador del mismo partido -Alianza Verde-, Antonio Navarro Wolf, destacó la importancia del proceso de paz, que adelanta el Gobierno nacional con la guerrilla de las Farc, más aun, tratándose de un proceso que, por primera vez, no hay un consenso nacional, y que involucra a todo el país y donde hay sectores de opinión que están en contra de la actual negociación.
“Es fundamental entender la importancia de la paz, sin restarle, pero, sin sobredimensionarla”,explicó Navarro
Dijo, que la Bogotá Humana le deja un gran legado al país: la prioridad por el ser humano, la prioridad por lo social, por la igualdad, por los débiles, por los más vulnerables; pero que no es un tema de la paz solamente, sino que es un escenario en el que converge toda la sociedad.
De otro lado, el concejal Antonio Sanguino, propuso consolidar toda la política de victimas y adecuarlas a las circunstancias derivadas de los acuerdos; incorporar en la política de ruralidad de la ciudad los desarrollos acordados en la mesa de negociaciones; ofrecer la condiciones y los espacios para que las fuerzas políticas derivadas de los acuerdos de paz puedan defender en la arena política bogotana sus ideas, proyectos y planteamientos.
“Bogotá ha venido construyendo el posconflicto en medio del conflicto de la ciudad, que es un terreno fértil para materializar los acuerdos, porque tiene políticas, acuerdos, normas, y la fuerza que se expresa en los Encuentros Territoriales de Paz, adelantados en las localidades”, puntualizó el edil
Bogotá, eje del postconflicto
Para el senador y miembro de la Comisión de Paz, Iván Cepeda, Bogotá tiene que ser el escenario por excelencia de la refrendación de los acuerdos, de una política encaminada en la ciudad capital a plasmar los acuerdos de La Habana,
“Esos acuerdos no pueden ser solamente para el mundo rural, por lo que es necesario hacerle un llamado al nuevo alcalde de la ciudad, para que, no solamente conserve los avances que ha tenido la ciudad en materia social, sino, también para que su política y sus programas estén orientados hacia la paz”.
Recordó que en Bogotá Humana hay muchas conquistas sociales; en el plano de la cultura, en el mantenimiento de un medio de comunicación alternativo y democrático tan importante como el Canal Capital; la política de víctimas; la educación; el derecho a la alimentación; la defensa de lo público y del agua. “Todo eso no puede ser sencillamente desechado y reemplazado por negocios, es un mensaje muy claro”, enfatizó Cepeda.
A su turno, la secretaria de Gobierno, Gloria Flórez Schneider, recordó que uno de los legados que la Bogotá Humana le deja a la ciudadanía, a las organizaciones y movimientos sociales, a los pueblos afro e indígenas, a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, a las mujeres, a los animalistas, ambientalistas, artistas y defensores, a las nuevas ciudadanías que se expresan desde la diversidad y la creatividad, con la convicción de que la participación y el empoderamiento ciudadano permitirán que la cosecha florezca en una gobernanza para la Paz.
