Se trataba de un duelo entre el mejor ataque y la mejor defensa del planeta. Se impuso el equipo del tridente más mentado porque la jerarquía ofensiva, la pegada, es propiedad exclusiva de los dueños de casa. Peligrosos como jabalí herido cuando se los hace enfadar.

Si bien a ‘Cholo’ y sus guerreros no les alcanzó con ponerse en ventaja con un gran gol de Koke, jugador al que casualmente el Barça desea incorporar desde hace un año y medio, Atlético le mostró al mundo mundial el camino que se ha de seguir para anular al mejor equipo del planeta.

Reducir los espacios con una presión zonal constante en tres cuartos de cancha. Cerrar las cinco líneas de pase habituales que tiene el jugador azulgrana que saca el balón desde atrás. Clausurar la subida de los laterales para evitar situaciones de inferioridad numérica en el centro del campo. Quitarle las llaves de la sala de máquinas a Sergio Busquets. E incomodar a la MSN (Messi, Suárez, Neymar) cortando la luz al interrumpir el juego de forma puntual.

Esto último, ¿cómo? Fácil. Hasta 17 faltas cometió el Atlético en el Camp Nou para intentar sacar de quicio a los tres cracks y compañía. Barcelona acumuló un 64% de posesión. Un 36% le perteneció al Atlético. Y sobre las expulsiones, nada que reprochar. Salvaje Filipe Luis para frenar a Messi (su planchazo pudo haberle partido la rodilla izquierda al mejor jugador del mundo). Incauto Godín para arrojarse al césped temerario y llegar apenas tarde a detener una internada de Luis Suárez.

El video resumen del juego muestra las imágenes de los golazos de Koke (10′), Messi (30′) y Suárez (38′), pero no rescata la tarea titánica de Augusto Matías Fernández en el centro del campo rojiblanco. El internacional argentino, subcampeón del mundo en Brasil 2014, fue un león indomable durante los 76 minutos de que dispuso en su cuarto partido de Liga con Atlético (debió ser reemplazado en ese momento por el ghanés Thomas Teye Partey a causa de una grave lesión en su rodilla izquierda), tras llegar en el mercado de pases invernal procedente de Celta de Vigo.

Augusto se multiplicó en la medular a tal punto que su aporte fue vital para disimular la inferioridad numérica de los colchoneros, condenados a jugar primero con un hombre menos por expulsión de Filipe Luis, y luego con nueve por la salida de Diego Godín tras ver su segunda cartulina amarilla. La inestimable entrega del exjugador de River y Vélez provocará ahora que Simeone apure contrarreloj la entrada del tucumano Matías Kranevitter en el equipo, jugador también recién llegado, procedente de River Plate.
Sin Ángel Correa, suspendido, e inédito Luciano Vietto, el concurso de los argentinos en el Atlético se redujo al protagonismo incansable de Augusto Fernández, que dejó la cancha en camilla con una lesión en su rodilla. El Colchonero lo extrañará si tiene una larga ausencia. Luego, la dupla uruguaya que integra el eje de la zaga rojiblanca, Godín-Giménez, no logró frenar en los momentos cumbre del juego a Luis Suárez.

Así las cosas, dos de los integrantes de la MSN lograron que el Barcelona, más indefenso que nunca aunque tan amenazante como siempre, lograra emerger a pesar del atisbo de debilidad y dispersión mundana que ha mostrado en el inicio y el final de sus últimos tres partidos.

¿Messi y Mascherano? En su línea de juego habitual. Lionel Messi firmó un golazo por la forma en que atacó el espacio para contactar con la pelota, y la manera en que definió. Gol iniciado en una recuperación de Mascherano, y que permite vislumbrar de nuevo la capacidad del 10 para leer y comprender el juego. La estadística observa que el Balón de Oro remató en 3 oportunidades, y que 2 de esos envíos fueron al arco (uno materializado en gol). Efectuó 54 pases correctos de 67 pasadas de balón. 5 veces se fue de sus oponentes en 13 intentos de gambeta ofensiva. Fue objeto de falta en 3 ocasiones, y recuperó la pelota 2 en otras dos.

Mascherano también fue muy importante para sostener defensivamente a un equipo cansado que parece estar cambiando el aire de cara a renovar sus bríos para acometer la recta decisiva de la temporada. El aporte del 14 es fundamental para mantener el tono y el rigor, y para alargar la racha del conjunto catalán de 26 partidos invicto, con 8 victorias logradas de manera consecutiva.

Por su parte, la incidencia de Messi en los 94′ que disputó volvió a ser providencial para igualar un partido que se había puesto muy cuesta arriba para su equipo. No es lo mismo que cualquier jugador consiga un gol importante. Cuando él marca mientras el Barça está en dificultades, Barcelona recibe una inyección que repone su autoestima, desmonta y trastoca cualquier escenario negativo. Este sábado Messi convirtió al Atlético en su mejor cliente al marcarle su gol número 25. A ningún otro equipo le ha marcado más veces La Pulga desde que debutó como jugador profesional. Ya ven. Messi es capaz de conseguir récords y batir marcas, hasta en los momentos más oscuros del FC Barcelona.