Gabo y la política
García Márquez se autodefinía como socialista, lo que no le impidió desarrollar un fuerte lazo de amistad con el presidente Bill Clinton , quien confesó ser un gran lector de sus libros y lo calificó como su “escritor favorito”.
En una entrevista concedida en 1983, Gabo aseguró no ser comunista. “No lo soy ni lo he sido nunca, ni tampoco he formado parte de ningún partido político”, dijo, aunque confesó que el modelo de gobierno que prefería era el socialismo: “Quiero que el mundo sea socialista y creo que tarde o temprano lo será”.
El intelectual fue simpatizante y apoyó la revolución cubana de 1959, año que conoció a Fidel Castro , aunque su amistad con él se forjaría años después. Escribió numerosos artículos elogiando el modelo cubano y la figura de Fidel y oponiéndose al bloqueo de Estados Unidos; entre los que cobró notoriedad “Cuba de cabo a Rabo”, donde aseveraba que en la isla no había prostitución, pobreza, ni delincuencia.
Al ser consultado por la prensa sobre su amistad con el líder cubano, García Marquéz dijo, en más de una oportunidad, que conversaban más sobre literatura que de política y calificó a Castro como “una persona muy culta”.
Con un perfil político siempre activo, el autor de Cien años de Soledad, también participó como mediador en las conversaciones de paz adelantadas entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el gobierno colombiano que tuvieron lugar en Cuba y entre el gobierno de Belisario Betancourt y el grupo M-19; igualmente participó en el proceso de paz entre el gobierno de Andrés Pastrana y la guerrilla de las FARC que, sin embargo, fracasó.
En el 2006 García Márquez se unió a la lista de prominentes figuras de América latina que apoyaron la independencia de Puerto Rico..