Mis apuntes sobre el Debate I (*)
Por: Ricardo Galán.
¡Al fin hubo debate en vivo y en directo de todos los candidatos a la Presidencia de la República! El primero de dos. El otro será este viernes. Estos son mis apuntes:
Por fin el país pudo ver que hay otros candidatos, además de Juan Manuel Santos y Oscar Iván Zuluaga, y darse cuenta que hay tan buenos o mejores que ellos.
Aunque se escucharon pocas propuestas novedosas, por lo menos sabemos que piensa cada uno de ellos sobre algunos temas importantes como la Justicia, el proceso de paz y las relaciones internacionales. Lamentable el menosprecio por la Educación de parte de periodistas y candidatos.
Como en todo debate cada candidato llegó con un objetivo claro. No todos lo alcanzaron.
Juan Manuel Santos fue a defender su obra de gobierno y atacar sin tregua a Oscar Iván Zuluaga y Álvaro Uribe. Lo primero le salió más o menos bien. Lo segundo le sirvió a los televidentes para darse cuenta quien puede estar detrás de los ataques al candidato del Centro Democrático. Santos le apostó a la continuidad.
Oscar Iván Zuluaga llegó a la defensiva, acosado por el escándalo, los rumores de que se trataba de una encerrona y la presión de los medios. Al principio el ataque de periodistas y competidores parecía darle la razón. Se defendió bien, aunque estuvo a punto de perder la compostura. Superado el bombardeo demostró que ha hecho la tarea, que le cabe el país en la cabeza y que, sin la sombra de Álvaro Uribe, seguramente le iría mucho mejor.
Enrique Peñalosa: fue clara su estrategia de marcar diferencia con los dos anteriores, mostrarse ajeno a las peleas y la guerra sucia. Aprovechó para tomar distancia de Gustavo Petro y endosárselo a Santos. Flojo en los grandes temas. Para él, el problema de la administración de Justicia se limita a la falta de cárceles. Desaprovechó el tema educación que es su fuerte y de su fórmula vicepresidencial, Isabel Segovia.
Marta Lucia Ramírez. La grata sorpresa del debate. ¡Por fin logró hablar corto y claro! Demostró que ha hecho la tarea, estudiado lo temas y tiene un programa de gobierno serio y sólido. No rehuyó ningún tema. Preguntó cuándo tocaba, lo que tocaba. Para mí la gran ganadora de la noche. Y de unos cuantos miles de votos si este fuera un país serio.
Clara López. Bien. Como siempre, con posturas serias y ponderadas. Como Marta Lucia no rehuyó tema. Incluso en el espinoso tema de las nefastas administraciones del Polo Democrático en la Alcaldía de Bogotá.
Al margen:
Buena la decisión de Alejandro Santos de no acudir al debate. No había manera de salir bien por su parentesco con uno de los candidatos. Ganaron él, Semana y el tío candidato.
Los candidatos estuvieron sentados. Supongo que por exigencia de las campañas distintas a la de Enrique Peñalosa. A su lado todos se hubieran visto pequeños en el sistema tradicional.
Un desastre el maquillaje de Clara López. Pareció maquillada por el enemigo. Y horrible ese color amarillo. Como el del Polo.
Muy bien puesta Marta Lucia Ramírez. Sobria y elegante. sin excesos. El azul le sienta bien.
Santos lució terrible. Sudoroso e inseguro. Más interesado en la camorra que en su electorado.
Oscar Iván, la pinta no le ayuda, pero logró capotear con éxito la provocación. Recitó el mensaje final. Pero eso vale.
Rodrigo Pardo, muy bien como moderador aunque en el primer bloque periodistas y candidatos mandaron al reglas al carajo. Se le empapeló el libreto.
Luz María Sierra, esta vez no gritó, pero la noté como baja de tono especialmente frente a Santos.
Yolanda Ruiz, impecable como siempre. Se le notó la experiencia y el equilibrio.
Vicky Dávila, no le salió espontánea la propuesta de la reconciliación entre Zuluaga y Santos. Pareció haciendo un mandado.
Ojalá en el debate de CaracolTV se hable de economía, infraestructura, seguridad ciudadana, educación y salud, pero en serio y a profundidad. Todos temas ausentes en el debate de RCN y Semana.
Se notó la ausencia de El Tiempo. Antes de su venta al Grupo Aval era socio de este grupo de medios.
¿Sirven los debates? Yo creo que sí. A mí por lo menos me sirvió para encontrar por quien votar sin caer en la trampa de la guerra sucia de los dos favoritos en las encuestas.