El Ojo del Halkón
En Brasil, Colombia sin triunfalismos
Por Rubén Darío Mejía Sánchez
Todo sabe a Mundial y el Mundial es la meta de todo jugador que se ha preparado para llegar a estudios superiores en ese juego de multitudes que es el fútbol, el futbol sin lugar a dudas es el deporte que más pasiones despierta y es quizá después del béisbol y el fútbol americano, el que más dinero mueve en el mundo.
En estos momentos en los cinco continentes, en los diferentes idiomas y no se sabe a dónde mas solo se habla del Mundial y solo se escuchará un nombre común para ello, Brasil 2014.
Colombia tuvo que esperar 16 años para volver a esta magna justa deportiva y llega con todos los honores, con un excelente equipo, un gran entrenador y una hinchada ansiosa de un triunfo o mejor de una gran figuración, porque figura entre los que se puede meter en los primeros lugares, pero aquí está el meollo del asunto, no nos podemos sentir campeones y cualquier avance que se logre, será importante para un país que lucha a codazos por salir adelante no solo en lo político y económico, sino también en lo deportivo, porque un puñado de deportistas entre los que se destacan los ciclistas, los nadadores, los atletas, los pesistas y los futbolistas son los verdaderos embajadores con los que cuenta una patria grande, como es este país de más de 45 millones de habitantes.
En el futbol no está dicho nada hasta el último minuto, se hizo bulla desde un comienzo porque contábamos con una gran figura, con el gran Radamel Falcao García, pero por asuntos del a vida, una lesión lo sacó en su mejor momento y si vemos esto ha sucedido en más de uno de los equipos que estarán en la justa mundial, con esto no se puede decir que el mundo se terminó, que Colombia no jugará un buen papel en el Mundial, pues la verdad es que tenemos jugadores de talla internacional para asistir a un evento como el que está para iniciarse, antes íbamos al mundial con jugadores que no tenían el bagaje mundial y nos quejábamos de que no habían tenido oportunidad de foguearse con equipos del mundo y en estos momentos la mayoría de los que forman la nómina principal pertenecen a equipos de Europa y América.
Hay una cosa que quizá me llena un poco de temor y es que lleguemos a Brasil creyéndonos campeones, como lo que sucedió en Estados Unidos en 1994, cuando mirábamos a todo el mundo por encima del hombro porque ya creíamos que éramos los campeones del mundo y nos sacaron de la manera que se saca a los orgullosos y los soberbios, por lo que creo que en este momento debemos de haber aprendido la lección y con humildad estar preparados para jugar cada partido, que como decía un gran narrador deportivo, no termina sino a los 90 minutos o cuando el árbitro finaliza el encuentro.
Colombia tiene con que, se ha hecho un gran trabajo, el que ha sabido complementar José Peckerman, pero los técnicos colombianos abrieron la puerta, en especial los de las divisiones inferiores que han sabido sacar las grandes figuras de una gran cantera que existe en el territorio colombiano.
Tenemos fe en buenos resultados, pero en el juego se pierde y se gana y no son todas las tardes ni todos los partidos iguales, por lo que debemos esperar que haya suerte, que estemos bien preparados y que sea lo mejor para ese gran equipo y que se cumpla con el eslogan que lleva el bus donde se transporta la Selección “Aquí no va un equipo, aquí va todo un país”.
Los medios de comunicación jugamos un papel muy importante en eventos como este, pero sería bueno que supiéramos cumplir con el papel que debemos cumplir, que es el de informar y no el de desinformar, que los narradores narren lo que están viendo en la cancha y que los comentaristas den sus apreciaciones de manera neutral, porque muchas veces al escuchar las transmisiones y los comentarios, el aficionado que está al frente de la pantalla en este era moderna pareciera que estuviera viendo otro partido diferente al que se narra o que se comenta.
Muchos de mis colegas se dedican a hacer las alineaciones y a sugerir jugadores y eso porque muchos de ellos han hecho cursos de técnicos y se debían de decidir si juegan el papel de técnicos o de periodistas y da pena decir lo que tengo que decir, pero hay muchos periodistas con intereses creados porque forman parte de grupos que tienen que ver con transacciones de jugadores y aprovechan esta oportunidad para vender a sus pupilos o apadrinados a los mejores equipos y esto no solo sucede en Colombia, sino en todo el mundo, en donde estos eventos se convierten en una vitrina de venta de los jugadores y no en la competencia que debe de ser, lo que creo que es digno de rechazo de quienes son solo aficionados.
Vivamos en paz el Mundial, que un triunfo o una derrota de nuestro equipo no sea la causa de desmanes en las calles y pueblos de nuestra patria, que si debemos de festejar lo hagamos con altura y sabiendo que es un gran logros sabiendo diferenciar entre la tristeza y la alegría y que no hagamos de una gran victoria un momento de tristeza para el país.
Colombia, esperamos lo mejor y que llegue lo mejor para este país, que espera la paz, la seguridad y la integridad de todos los compatriotas.