martes noviembre 26 de 2024

‘La Paz es demasiado grande para tener dueño’: Presidente Santos

20 julio, 2016 Política

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Al declarar instalada la legislatura del Congreso de la República para el periodo 2016 – 2017, el Presidente Juan Manuel Santos reiteró que la paz no es de él ni de su gobierno, sino que es el anhelo de más de 48 millones de colombianos, porque la paz es demasiado grande como para tener dueño.

“Quiero ser claro, como lo he repetido muchas veces: la paz no es mía. La paz no es de mi gobierno. ¡Cómo va a serlo! La paz es demasiado grande para tener dueño. La paz es el anhelo y será la realidad de más de 48 millones de colombianos”, dijo.

Ante el Congreso en pleno reunido en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional, el Jefe de Estado invitó a los colombianos a decirle adiós a la guerra y sí a la paz. Al tiempo que previó que “este puede ser el último 20 de julio que tengamos que conmemorar en un país en guerra”.

“De todos nosotros depende que así sea. Por eso, con toda la fuerza de mi corazón, los invito a que digamos, convencidos: Adiós a la guerra y sí a la paz”, recalcó.

El presidente Juan Manuel Santos reiteró este miércoles, durante la instalación de la segunda legislatura del actual Congreso de la República, que los diálogos de paz con las Farc y la campaña por el sí para la refrendación de los acuerdos son un activo de todos los colombianos y, por lo cual, invitó a rodear lo que considera es el cercano fin de la guerra.

El jefe de estado agradeció al congreso su trabajo para hacer posible el proceso de paz y les recordó el compromiso que tendrán ahora en la implementación de los acuerdos y la aprobación de las reformas necesarias para materializar el fin del conflicto en Colombia.

Invitó a todos los partidos a promover la participación en el plebiscito y a la oposición a que haga parte del debate, pero no con mentiras y mitos sobre el proceso.

“No les digo que hagan campaña por el SÍ o por el NO –ya saben muy bien que el SÍ está en mi corazón y en el de millones de colombianos–…Pero sí les puedo pedir a todos –sin excepción– que promuevan un debate de altura y con ideas, con argumentos y no medias verdades, con realidades y no con mitos, para que los colombianos, libremente –¡libremente! –, definan su futuro”, indicó.

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Añadió que el voto por el SI a la paz no es un respaldo al gobierno o al presidente.

“Y quiero ser claro –como lo he repetido muchas veces–: la paz no es mía. La paz no es de mi gobierno…¡Cómo va a serlo! La paz es demasiado grande para tener dueño”, indicó.

El jefe de estado recordó los éxitos de la anterior legislatura y señaló que este congreso ahora tendrá que legislar para el posconflicto.

En un discurso cargado de significado en torno a lo que es su principal apuesta como mandatario, la paz a través de la negociación política, Santos dijo ante el pleno del Congreso que es necesario salir por todo el país a impulsar una fuerte pedagogía de paz para que los colombianos se decidan por el sí en el plebiscito.

Eso sí dejó en claro que es consciente de que hay sectores que no comparten esa postura, por lo que también llamó a que el debate se dé con altura y en el marco de los estamentos democráticos, pues, a su juicio, eso es parte esencial del proceso de reconciliación al que se ve abocado el país tras la firma del fin del conflicto.

“Quiero ser claro, como lo he repetido muchas veces, la paz no es mía, la paz no es de mi gobierno. Cómo va a serlo. La paz es demasiado grande para tener dueño. La paz es el anhelo y será la realidad de más de 48 millones de colombianos”, enfatizó Santos.

El Jefe de Estado conminó al Congreso, en especial a los partidos políticos que acompañan su causa de acabar con cinco décadas de confrontación armada (todas las colectividades excepto el uribista Centro Democrático), a que asuman el debate por el sí y que recorran las regiones con este mensaje a sus militantes y a la población en general.

“Este puede ser el último 20 de julio que tengamos que conmemorar en un país en guerra, de todos nosotros depende que así sea. Por eso, con toda la fuerza de mi corazón, los invito a que digamos, convencidos, adiós a la guerra, sí a la paz”, precisó el mandatario. Y añadió: “Ya saben muy bien que el SÍ está en mi corazón y en el de millones de colombianos”.

En este sentido, incluso, el Presidente les rindió un homenaje a todos los integrantes de la Fuerza Pública, pues dejó claro que es gracias a su trabajo en todos los frentes, en especial en el campo de batalla, que las Farc, y eventualmente el Eln, se sientan a negociar el fin de la guerra y su reintegro a la democracia bajo los parámetros del Gobierno.

A lo largo de su intervención, en el Salón Elíptico del Capitolio y ante los plenos de Cámara y Senado, el primer mandatario fue aplaudido en repetidas ocasiones, lo que lo obligó a hacer algunas pausas y potenciar el tono con el que pronunció sus palabras. Quiso que a todos los legisladores les quedara claro su mensaje.

Durante el discurso de Santos en el Capitolio, el expresidente y senador Álvaro Uribe, junto con los demás miembros de su partido, el Centro Democrático, permanecieron en silencio escuchando al mandatario, y algunos de ellos alzaron pancartas con mensajes relacionados con su oposición a los diálogos de Cuba y a las políticas que impulsan el Jefe de Estado. Decían, por ejemplo, «dolor de patria por impunidad al terrorismo, asesino de nuestros soldados y policías».

Santos, por su puesto, aprovechó la oportunidad para agradecerle al Legislativo por el trabajo realizado durante el último año, en especial por las iniciativas sociales y las encaminadas a implementar el posconflicto que se tramitaron. Destacó, claro está, el acto legislativo para la paz y el plebiscito refrendatorio de los acuerdos con las Farc.

El Jefe de Estado también se refirió a la reforma de equilibrio de poderes, y si bien se quejó de que por decisión de la Corte Constitucional todo su contenido no podrá entrar en vigencia (mantuvo vivos las polémicas Judicatura y Comisión de Acusaciones), sí destacó que gracias al trabajo de los congresistas el país el puso fin a la figura de la reelección.

“Hay que resaltar su trascendencia, comenzando por la eliminación de la figura de la reelección, no solo del Presidente sino de todos los altos dignatarios del Estado. Colombia avanza así hacia una democracia más ágil y participativa, que garantiza, además, el relevo generacional”, enfatizó Santos.

El mandatario destacó también que la legislatura que comienza este 20 de julio será clave para todos los desarrollos legales que requieren los acuerdos de paz con las Farc, por lo que invitó al Congreso a darle un debate amplio y democrático a estas iniciativas. Les recordó que “la guerra es la derrota de la razón y la deshumanización del hombre” y que, por lo tanto, hay que acabarla.

De hecho, precisó que habrá reforma tributaria y que su discusión debe darse cara al país debido a su contenido y necesidad para la etapa que atraviesa el país.

Finalizando su intervención, Santos reiteró su llamado a la unidad en torno a la paz y a la defensa del fin de la guerra, pues, advirtió, este es un momento clave para que todos los sectores de Colombia se reconcilien y ayuden a dar el paso hacia un país libre de guerra.

“No nos quedemos anclados en el odio o en el miedo. No nos quedemos enterrados en el pasado. Llegó la hora concentrarse en las posibilidades del futuro”, puntualizó el Jefe de Estado.

‘No nos quedemos anclados en el odio y el miedo’

INSTALACIÓN CONGRESO

El Presidente Santos aprovechó su discurso ante los congresistas para convocar a los compatriotas a trabajar unidos por la paz, en todos los escenarios de la vida cotidiana en el país.

“Hoy quiero convocar a todos mis compatriotas a proteger, a defender, a imaginar, a soñar, a hacer posible el bien supremo de cualquier sociedad, la base fundamental sobre la que podemos levantar un país mejor y más justo: la paz”, dijo.

Y agregó: “Este es un momento para unirnos, no para dividirnos, en torno al mayor propósito de nuestros tiempos. La paz que lograremos con la guerrilla, Dios mediante, debemos ambientarla también en nuestros hogares, en nuestros trabajos, aquí mismo en el Congreso, en las calles y en las veredas de Colombia”.

Consideró que “la paz se hace en nuestros corazones, reconociendo el valor del otro, encontrando la riqueza que trae la diferencia, y creyendo de verdad en que somos capaces de vivir en una sociedad reconciliada”.

“No nos quedemos anclados en el odio o en el miedo. No nos quedemos enterrados en el pasado. Llegó la hora de concentrarse en las posibilidades del futuro. Llegó la hora de comenzar, unidos, a hacer realidad los sueños”, sostuvo.

Hoy tenemos una oportunidad de oro

Al recordar que hace 206 años un grupo de patriotas cambió la historia de Colombia con su valor y determinación, el Jefe de Estado consideró que hoy “tenemos la oportunidad de oro de consolidar la libertad y la democracia y de poner punto final a una guerra interna que nos ha desangrado por décadas”.

El Mandatario expuso que los colombianos nos acostumbramos a la barbarie de la guerra y “estábamos perdiendo la capacidad de ser compasivos, de indignarnos con la violencia, de sentir el dolor del otro, de conmovernos con su sufrimiento”.

“Nos acostumbramos a la guerra y a su lógica de odio y venganza y eso tenemos que cambiarlo. Porque la paz, por difícil que sea alcanzarla, siempre será mejor y menos costosa que la guerra”, dijo.

Luz al final del túnel

El Jefe de Estado afirmó que hoy, por primera vez, los colombianos estamos viendo, al final del túnel, “la luz radiante que nos anuncia el comienzo de un nuevo horizonte para nuestra nación: uno donde no nos matemos por nuestras ideas, donde todos podamos caminar juntos, así pensemos diferente”.

En este sentido, manifestó que la reciente firma del acuerdo sobre el cese al fuego definitivo y el desarme de la guerrilla “ha sido la mejor noticia en mucho tiempo para los colombianos”.

Que crezca la semilla de la paz

El Presidente aprovechó el acto para rendir un homenaje de gratitud y admiración a las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, así como para exponer los beneficios de ponerle fin al conflicto armado y avanzar hacia la construcción de la paz.

Al respecto consideró que, aunque la firma del acuerdo final en La Habana no es la solución a todos los problemas del país, sí será el comienzo de un periodo de arduo trabajo para construir la paz en cada rincón del territorio.

“Para llevar los servicios del Estado a las zonas más golpeadas por la guerra. Para sembrar en los corazones y en las mentes de toda una cultura de tolerancia y convivencia que reemplace a esa otra cultura de enfrentamiento y exclusiones que tanto daño nos ha hecho”, acotó.

PRESIDENTE SANTOS CAMINO AL CONGRESO

Se requiere el esfuerzo del país entero

En su discurso ante el Congreso, el Jefe de Estado anunció que el Gobierno seguirá trabajando por el empleo, la reducción de la pobreza, el crecimiento de la economía y el aumento de las oportunidades para los más vulnerables, “pero con una gran diferencia: ya no cargaremos con ese lastre pesado y odioso de la guerra”.

Indicó que, sin guerra, habrá más recursos para la educación, la salud, la vivienda, la justicia, el campo, la protección del medio ambiente y la cobertura de servicios básicos.

Expuso que sin guerra habrá más recursos para la seguridad ciudadana, porque los hombres y equipos destinados a enfrentar a las Farc podrán destinarse a proteger mejor a los ciudadanos y a combatir los restantes factores de inseguridad.

De acuerdo con el Presidente de la República, este es el momento cuando más necesitamos el esfuerzo del país entero, “para que la semilla de la paz crezca y se convierta en un árbol fuerte y frondoso que nos dé frutos de desarrollo y progreso social”.

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