‘La paz es la victoria, la paz es la victoria de todos los soldados y policías de nuestra Patria
’
_ “Este fue el desfile de la victoria. Porque la paz es la victoria, la paz es la victoria de todos los soldados y policías de nuestra Patria”.
Esa corta frase que pronunciaría unas horas más tarde en el Salón Elíptico del Congreso de la República al instalar la Legislatura 2016–2017, retumbó en la cabeza del Presidente Juan Manuel Santos durante el desfile del 20 de julio, que conmemoró los 206 años de la Independencia, porque sintetiza el significado que para el Jefe del Estado tuvo el tradicional acto.
Y es que, si para un colombiano de a pie es emocionante y motivo de orgullo ver desfilar en todo su esplendor a las gloriosas Fuerzas Armadas de Colombia, para el Jefe del Estado lo es aún más.
Luego de asistir al Te Deum celebrado en la Catedral Primada ubicada en el centro de la capital de la República, la caravana presidencial se desplazó hacia la Avenida 68, escenario de la demostración de los soldados y policías de la Patria.
El Jefe del Estado arribó a ese punto del occidente de Bogotá alrededor de las 10:00 de la mañana. Se ubicó en el lugar reservado especialmente para él. A su derecha lo acompañó su esposa María Clemencia Rodríguez de Santos y a su izquierda, el Ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
De igual modo asistieron sus hijos María Antonia y Esteban, así como todos los integrantes del Gabinete y la Cúpula Militar y de Policía.
Al comenzar el acto, el Presidente Juan Manuel Santos impuso la Orden de Boyacá a oficiales de las FF.MM., y de la Policía Nacional.
En el grado de Gran Cruz fueron condecorados el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las FF.MM., almirante Henry Blain; el Comandante del Ejército Nacional, general Alberto Mejía; el Comandante de la Armada Nacional, almirante Leonardo Santamaría; el Comandante de la FAC, general Carlos Bueno y el Director de la Policía Nacional, mayor general Jorge Nieto.
Así mismo, fueron condecorados en el grado de Gran Oficial alrededor de 15 oficiales más.
Acto seguido, el Presidente Juan Manuel Santos autorizó el inicio del desfile de las Fuerzas Armadas. Los destacamentos de cada una de las fuerzas desfilaron por la Avenida 68 ante la admiración del Jefe del Estado, mientras volaban por los cielos de la capital colombiana las aeronaves que durante décadas han contribuido a garantizar el efectivo ejercicio de la democracia en el país.
Las aeronaves recorrían el firmamento capitalino y se observaba en ellas, solemne y sugerente, la palabra paz. Y el cielo, que pareció entender ese mensaje, se fue despejando poco a poco como si se uniera a ese noble anhelo que hoy alberga toda Colombia.
Instalación del Congreso
Luego, el Jefe del Estado se preparó para asistir a la instalación de la Legislatura 2016–2017 del Congreso de la República. A las 3:54 de la tarde una comisión de 40 congresistas arribó a la Casa de Nariño para invitar al Presidente Juan Manuel Santos al Salón Elíptico del Legislativo, donde le esperaban el Senado y la Cámara.
El Jefe del Estado transitó por la Plaza de Armas de la sede presidencial y minutos después arribó al Congreso de la República. Cuando el reloj marcaba las 4:00 en punto de la tarde, en el Elíptico sonó el Himno Nacional de la República de Colombia.
El Presidente Santos, orgulloso y enérgico, entonó sus notas, con evidente respeto y amor patrio. Sobre las 4:03 de la tarde comenzó la intervención del Mandatario ante el pleno del Congreso de la República.
Tras hacer un balance de las iniciativas aprobadas por el Congreso y anunciar los proyectos que el Gobierno Nacional impulsará en la nueva Legislatura, el Presidente Juan Manuel Santos invitó a los senadores y representantes a adelantar un debate con altura para promover sus diferentes posturas respecto al plebiscito.
Fue entonces cuando el Presidente Santos encabezó el homenaje de gratitud y admiración las Fuerzas Armadas de Colombia, a las cuales atribuyó la victoria que constituye la obtención de la paz en el país.
“Quiero hacer un homenaje de gratitud y admiración –y sé que expreso el sentir de todos los colombianos– a nuestras Fuerzas Militares y a nuestra Policía Nacional. Su sacrificio, su sentido del deber, su compromiso con la defensa de la libertad, han sido esenciales para llegar a este momento”, expresó el Presidente Santos.
Tras pronunciar estas palabras, el Congreso pleno se puso de pie para ovacionar a los héroes de la Patria.
Durante 35 segundos, los legisladores y el Presidente de la República aplaudieron a las Fuerzas Armadas por su invaluable contribución a la terminación del conflicto.
“Sin ellos –sin nuestros soldados de tierra, mar y aire, sin nuestros policías– la paz no sería posible”, agregó.
Confesó que en la mañana había presenciado con emoción el desfile de las Fuerzas Armadas y otorgó un especial significado a esa exhibición de los soldados y policías de la Patria.
“Esta mañana presenciamos –emocionados– el desfile de nuestras Fuerzas Armadas en homenaje a nuestra independencia, y tuvo un significado muy especial. Porque no fue un desfile cualquiera: Este fue el desfile de la victoria. Porque la paz es la victoria, la paz es la victoria de todos los soldados y policías de nuestra Patria”, enfatizó el Presidente Santos.
Había esperado todo el día para pronunciar esa frase, con el convencimiento propio de quien ha buscado la paz con tenacidad y perseverancia.
Así mismo, resaltó con convicción: “Todo el honor y toda la gloria, toda la gratitud, todo el reconocimiento, a los héroes de nuestras Fuerzas Armadas”.
Los aplausos para rendir tributo a los héroes de la Patria no cesaban en el Elíptico.
Y finalmente, al término de su intervención, el Presidente de la República fue sorprendido cuando prácticamente la totalidad del Congreso Nacional tiñó de blanco el recinto de la democracia colombiana.
Una imagen vale más que mil palabras, dice el adagio popular. Y el Legislativo pareció acuñar esa frase. El Congreso, como representante del pueblo, reflejó el sentir nacional, un insaciable deseo de paz.
Así los legisladores elevaron de manera simultánea carteles en los que se leía la frase ‘Sí a la Paz’. Fue el cierre de una jornada inolvidable para la historia de Colombia, gracias a la cercanía de la paz.
Un objetivo que, como el Presidente Santos lo recalcó a lo largo de toda la jornada, está a punto de ser alcanzado gracias a la valentía y coraje de las Fuerzas Armadas de la República de Colombia.
