El Plebiscito en Colombia: de la twittósfera al territorio
Por Carlos Villota Santacruz
Twitter@villocol
Cuando se cierre las urnas el próximo 2 de octubre en Colombia, en el marco del mecanismo de participación ciudadana, se conocerá el resultado del Plebiscito, que significará “si se apoya o no el Acuerdo Final entre el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Farc”. Independiente del resultado, lo que seguirá no será fácil para un país con tradición democrática, altamente visible en la recta del año 2016, gracias las redes sociales.
Un hecho que con el paso del tiempo, se traducirá en una nueva derecha y una nueva izquierda, donde los partidos políticos tradicionales como el liberalismo y el conservatismo, están llamados a modernizarse desde la base, más allá de un ejercicio pedagógico alrededor de la paz y el posconflicto, si quieren responder con éxito a una geopolítica que además, se verá marcada por la elección presidencial de Estados Unidos, donde Hillary Clinton por el Partido Demócrata y Donald Trump por el Partido Republicano se disputan llegar a la Casa Blanca.
Es decir, este país suramericano tendrá que edificar un escenario de diálogo ciudadano desde el territorio por fuera de la twittósfera. En ese contexto, las Universidades, el Centro de Estados Estudios Legislativos CAEL, jugará un papel fundamental en la construcción de la nueva relación entre el Estado, los actores políticos, el sector privado y la sociedad civil.
El reto es generar confianza, gobernabilidad y liderazgo a los colombianos –como protagonistas de la democracia- que facilite la creación de puestos de trabajo, darle viabilidad al desarrollo sostenible desde las zonas costeras al interior del país, con el propósito de darle a las regiones un “oxigeno”, en su condición de entes municipales y departamentales, donde la justicia y equidad social sean la columna vertebral.
Si eso no sucede en la práctica, por la ausencia de políticas públicas con fuerza y dinamismo que reclamará que el momento histórico en Colombia, el Plebiscito como mecanismo de participación ciudadana, quedará como un intento fallido de reconciliar a una sociedad cansada de la violencia, de la incomunicación entre las fronteras y capitales como Bogotá, Cali o Medellín. Donde ser joven, más que un regalo de la vida, se puede convertir con el paso del tiempo, el más “fuerte dolor de cabeza” de un Gobierno, que entra en la recta final de un mandato, que necesita dejar “ordenada la casa”, más allá de la firma del Acuerdo Final de La Habana con las Farc, este 26 de septiembre en la ciudad de Cartagena.