Una paz que divide
Por Javier Contreras
El próximo domingo se cumple una de las jornadas electorales más importantes en la historia del país. Decidiremos si se avala o no el acuerdo gobierno-Farc para la terminación del conflicto.
Y aunque las últimas encuestas muestran, en algunos casos, el descenso del SI y el aumento del NO, queda la preocupación por la abstención. Esto nos debe mover a participar activamente en la justa electoral del 2 de octubre, cualquiera que sea nuestra decisión de voto. ¡Participemos!!!
Cifras y Conceptos: SI 62% NO 38%
IPSOS: SI 66% NO 34%.
Datexto: SI 55% NO 36.6%
Según esos resultados, la participación apenas alcanzaría un 35 por ciento en promedio de los ciudadanos habilitados para votar. Es decir, estamos frente al grave escenario de una abstención que volverá a aparecer como ganadora. Un porcentaje bajo de votación que pone en entredicho la legitimidad de cualquier resultado del plebiscito por la paz.
El llamado es a que tomemos conciencia sobre lo que está en juego. Usted y yo tenemos en nuestras manos una decisión importante. Tome la determinación que le parezca más adecuada pero participe con su voto, exprese en las urnas su pensamiento. Si le parece que es un buen acuerdo vote SI. O si cree, por el contrario, que es malo y que se debe renegociar vote NO.
No permita que otro decida por usted. Asuma su responsabilidad y ejerza el derecho que la democracia le brinda. Este es un momento crucial de la historia de nuestro país y podemos hacer parte ella.
Las encuestas se han convertido no sólo en un termómetro para medir la temperatura política del momento, sino que también refleja una realidad que vive el país: una paz que divide.
El plebiscito desnudó esa situación. Hay quienes creen que fue una convocatoria innecesaria y que, aunque fue un compromiso presidencial refrendar el acuerdo, lo que terminó por suceder, es que agudizó la polarización. Y no sólo profundizó la división política, muchas reuniones familiares terminaron en discusiones, muchos amigos dejaron de serlo y compañeros de trabajo dejaron de hablarse.
Son muchos los testimonios que se podrían recoger de situaciones similares. Lamentablemente ese anhelo de paz que fue el propósito nacional durante 50 años se ha convertido en un factor de división. Y lo ha sido por factores defendidos con vehemencia dependiendo del sector que los difunda. Si es desde el gobierno, se ha advertido que a pesar de ser un acuerdo de paz imperfecto fue lo que se negoció y no se puede modificar ni una letra. Si es desde la oposición, los cuestionamientos a temas como la justicia transicional, el otorgamiento de curules y la impunidad, se considera que son razones suficientes para votar por el NO y que, de ganar esa opción, sería obligatorio renegociar.
De manera que estamos frente a un panorama incierto, porque a pesar de que las últimas encuestas le dan al SI un amplio margen, el incremento del NO puede amenazar el triunfalismo que muchos comienzan a pregonar desde sus esquinas políticas. Según el cálculo de las encuestadoras el SI obtendría alrededor de 6 millones de votos y el NO 4 millones y medio de votos. Repito que resultaría imperdonable que la abstención lograra “las mayorías” teniendo en cuenta que estamos ante una de las elecciones más importantes de nuestra historia republicana.
Es el momento de decidir. Salgamos a votar.
NOTA: A través de mi cuenta en Twitter @jcontrerasa realicé una encuesta en la que votaron 681 personas: SI 50% NO 43% SE ABSTENDRÁ 4% NO HA DECIDIDO 3%.