Hay momentos en el fútbol en los que también se necesita una pizca de suerte para conseguir las cosas. Junior la tuvo anoche de su lado, cuando más la necesitaba, cuando más urgía de ella para seguir vivo en la Copa Sudamericana. Y fue en los penales donde esa fe y esas energías positivas arroparon al grupo, que supo sacar adelante un serie apretada ante Montevideo Wanderers, al vencerlo este miércoles 4-3 desde los doce pasos.

Sebastián Viera brilló —¡una vez más!— atajando un penal decisivo, mientras que Vladimir Hernández, Roberto Ovelar, Michael Rángel y Édinson Toloza tuvieron la claridad mental suficiente para anotar en esa fatídica tanda, que le ha traído alegrías y tristezas al Junior a lo largo de su historia. Ayer se volvió a celebrar desde ahí una clasificación que le da color al opaco presente del equipo rojiblanco.

En la cancha fue más de lo mismo. Junior fue un equipo voluntarioso, pero no contó con la claridad suficiente para vulnerar el arco ‘bohemio’ en los 90 minutos. Al final fue empate 0-0, como en el juego de ida, en Montevideo.

La del miércoles fue una tarde-noche calurosa. Junior salió a buscar el partido de entrada, pero la falta de un generador de juego natural hizo ver al equipo desconectado, sin ideas, errático, confuso.

La media distancia fue el arma más utilizada, a través de James Sánchez, que reaparecía en el equipo de Giovanni Hernández. El volante barranquillero, junto al ‘Búfalo’ Ovelar, eran los jugadores más dispuestos del cuadro currambero en la primera parte.

Montevideo Wanderers se dedicó a hacer su partido, más táctico que espectacular, más ordenado que emocionante. Armó un bloque sólido atrás y desde ahí se dedicó a esperar a su rival, solo saliendo cuando Junior se lo permitía.

La segunda parte fue una radiografía de la primera. Junior no encontraba la forma de vulnerar el arco bohemio. El técnico Giovanni Hernández movió sus fichas, intentando darle más fuerza y potencia a su ataque, pero no había manera de anotar.

Toloza tuvo dos claras luego de su ingreso, pero la suerte no lo acompañó: una besó el vertical y la otra se estrelló rebeldemente en el horizontal. También probaron suerte Vladimir Hernández y Roberto Ovelar, pero nada, el gol no llegaba… y nunca llegó, porque el tiempo terminó y a Junior le tocó jugarse la clasificación desde el punto penal, algo que quizá no estaba en los planes iniciales.

Ahí la historia fue diferente. Ahí la suerte estuvo de su lado, incluso cuando James Sánchez erró el penal y puso en ventaja al cuadro charrúa. Pero nuevamente ‘San Sebastián Viera’ impuso su ley, su jerarquía y esos reflejos felinos, que tantas alegrías le han dado a Junior, para detener el disparo de Joaquín Verges.

Al final, el volante Rodrigo Rivera estrelló su disparo en el horizontal y Junior pudo celebrar una clasificación sufrida, pero valida, esperanzadora, reconfortante. El ‘Tiburón’ ya está en cuartos de final de la Copa Sudamericana y ahora se verá las caras con el Chapecoense brasileño.