El que ayer era mi enemigo, hoy es mi amigo
“Si quieres hacer la paz con tu enemigo tienes que trabajar con él. Entonces se convierte en tu compañero”. Esta frase de Nelson Mandela se aplica a la perfección a Dominique Bizimana y Jean Rukundo, dos integrantes del equipo paralímpico de voleibol sentado de Ruanda que este sábado, en vísperas del plebiscito, se enfrentó a su similar de Colombia en el Palacio de los Deportes de Bogotá.
Después de haber sido enemigos a muerte en el campo de combate, después de que uno le destrozó al otro una pierna con un disparo, durante el cruel enfrentamiento de los grupos étnicos hutus y tutsis que azotó a Ruanda a mediados de los noventa, hoy, dos décadas después, Dominique y Rukundo son un ejemplo de que es posible la reconciliación entre enemigos acérrimos, de que es posible que esos enemigos se unan, se estrechen las manos y trabajen juntos por la paz de su país.
“Mi antiguo enemigo hoy es mi amigo”, dice Rukundo refiriéndose a Dominique, a quien tiene a su lado, minutos antes de iniciarse el ‘Partido de la Historia’ de voleibol sentado entre Ruanda y Colombia en Bogotá, al responder a una pregunta que les hizo el Presidente Juan Manuel Santos en el momento de darles la bienvenida y agradecerles por tomarse el trabajo de viajar durante 48 horas atravesando el Atlántico para venir a jugar al país, ad portas de la jornada histórica de este domingo, cuando los colombianos decidiremos en las urnas el tipo de país en que queremos vivir.
—Bienvenidos a Colombia —les dijo el Presidente Santos—. Estuve en su país hace muchos años. Ustedes tienen algo muy en común con Colombia. Producimos un buen café y además nos estamos reconciliando. Ustedes son un ejemplo para nosotros y qué bueno que estén aquí en este evento lleno de simbolismo. Nosotros seguimos muy de cerca esa guerra que ustedes tuvieron. Una guerra como la nuestra, que no produjo sino sufrimiento, dolor y violencia. Pero ustedes se levantaron, dijeron no más y ahora están reconciliados. Les pregunto: ¿qué sienten ahora, después de haber estado enfrentados a muerte, hoy jugando juntos en el mismo equipo y diciendo con orgullo: nosotros somos de Ruanda. No somos hutus ni tutsis sino de Ruanda?
Dominique Bizimana mira a su compañero de equipo, a Jean Rukundo, y no duda en responder: “Él era mi enemigo. Creo que él fue quien me disparó en la pierna. Ahora estamos juntos para construir nuestro país. Porque estamos juntos, se nos olvida lo que ha pasado. Somos el primer equipo africano que se clasificó a unos juegos paralímpicos en Londres 2012. Y por estar juntos, hicimos historia”.
El Presidente interrogó con la mirada a Rukundo, y éste le contestó, refiriéndose a Dominique: “Le puedo contar la historia de este señor. Él era mi enemigo. Él perdió su pierna, porque él estaba en el exilio y yo era un soldado del gobierno. Hubo ese problema y después hubo gobernanza y podemos jugar juntos. Mi antiguo enemigo, hoy es mi amigo”.
El presidente del Consejo Nacional de Discapacidad, Juan Pablo Salazar, podría decirse que el cerebro detrás de este histórico partido, interviene para preguntar: “Dominique, ¿quién va a ganar el partido?”. A lo que Dominique responde: “Sé que estamos jugando voleibol sentado por la paz. No hay ganadores ni perdedores. Pero como es deporte, tiene que haber un ganador. Pero después de viajar 48 horas y cruzar el Atlántico, mi equipo no vino a perder”.
Acto seguido, Dominique llama la atención del Presidente, extrae una canasta blanca, típica artesanía ruandesa, junto con un plato con la imagen de una paloma de la paz, se la ofrece como obsequio al mandatario y explica que es un aporte de Ruanda para que los colombianos este domingo no olviden decirle sí a la paz, porque la paz es lo único que permite que los que ayer fueron adversarios, hoy trabajen juntos por el destino común de su país.
Jugar en el mismo equipo construyendo
El equipo de Ruanda que nos visitó estaba conformado por 11 integrantes, contando con el delegado, el entrenador, siete civiles y, claro está, el ex guerrillero y el exmilitar, quienes llamaron la atención de los asistentes. Pero la delegación de Colombia no se quedó atrás. De él hacían parte 14 miembros en total, incluidos la entrenadora, el metodólogo, siete civiles, dos exmilitares y tres exguerrilleros.
El Presidente Santos aprovechó la ocasión para intercambiar impresiones con Gabriel Chávez, exmilitar, y Carlos Palacios, exguerrillero, quienes –al igual que sucede con los antiguos adversarios en el onceno de Ruanda–, habían combatido desde orillas opuestas y ahora trabajan para el mismo equipo, algo que –según el Presidente–, es lo que estamos buscando en Colombia: Jugar en el mismo equipo unidos construyendo, en lugar de jugar divididos en equipos diferentes destruyendo.
Y es que Carlos Palacios, exguerrillero del frente 40 de las Farc y quien perdió sus manos en un accidente por explosivos seis años atrás en la selva, y Gabriel Chávez, exmilitar que perdió una de sus piernas en un operativo del Ejército hace tres años y medio en el Caquetá, no tenían por entonces ni la más remota idea de que la paz los iba a tener aquí, haciendo parte del mismo equipo, trabajando por un mismo objetivo.
—¿Qué siente con lo que está pasando en Colombia, con lo que va a pasar mañana para que se acabe esta guerra? —le preguntó el Presidente a Gabriel Chávez, quien no dudó en contestar: “Yo juego voleibol sentado. Si jugar con el ex enemigo mío, en una cancha, si eso aporta para que nadie más caiga en minas, yo me siento las veces que sea ahí a jugar voleibol”.
En este mismo sentido se pronunció Carlos Palacios, el exguerrillero, quien dijo sentir una “inmensa emoción” y estar “agradecido con la vida por recibir una segunda oportunidad”.
Con la paz ganamos todos
El ‘Partido de la Historia’ de voleibol sentado (una variante de este deporte para personas en situación de discapacidad en el que, con seis jugadores en cada lado de la cancha y un alto nivel de exigencia física, se exige que los deportistas jueguen en el piso, permanezcan sentados y mantengan la pelvis en contacto con el suelo, ya que cualquier elevación es considerada falta), fue un encuentro reñido que ganó la Selección Colombia dos sets contra uno.
Pero más que el marcador final, lo que quedó fue lo que el presidente Santos definió con palabras emocionadas: “Este partido es símbolo de lo que estamos buscando en Colombia, de lo que debe buscar el mundo entero, porque hay muchos conflictos, muchas guerras que deben terminar todas, como estamos buscando terminarla, a partir de mañana, con el sí en el plebiscito, todos los colombianos. Con la paz no hay ganadores ni perdedores. Con la paz ganamos todos”.