martes julio 16 de 2024

Un plebiscito de excesos con ganancia de minorías

Jorge Giraldo

Por:  Jorge Giraldo Acevedo.

Cuéntese como sea, los perdedores en el debate electoral del  reciente plebiscito, en el marco de  la democracia y  el poder del elector primario,   fueron el SÍ,  las empresas  encuestadoras  y los innumerables excesos por  parte del  Gobierno Nacional y la clase dirigente de este país.

De todas maneras, la mayoría  de los votos por el NO en la jornada electoral plebiscitaria,  representa  una decisión negativa a los textos del acuerdo de  pacificación con las FARC por parte de la minoría  de  los nacionales colombianos, situación que desdibuja la tan mencionada  participación democrática por  parte del poder primario.

Las causas para la mayoría  de votos por  el NO a los acuerdos de La Habana  son innumerables. Creemos que el poco poder del elector  primario sufragó y se  impuso en contra de un Gobierno que pierde en logros sociales importantes,  para rechazar a la clase política nacional colombiana, también por los excesos desmedidos en publicidad al plebiscito y la suntuaria inversión en los actos de la firma del acuerdo de pacificación con las FARC realizados en Cartagena;   además el elector    primario también ejerció  el derecho  al voto,  en contra  de una reforma tributaria que,  según los anuncios oficiales, contemplará aumentos al Impuesto al Valor Agregado,  I V A.

Pese a los anuncios negativos sobre el regreso a la mesa de diálogos, se deben   replantear  los términos  del  acuerdo  de pacificación con las FARC y que el  Gobierno Nacional se preocupe más por la problemática  social de este país comenzando por  la salud de los colombianos por parte  de las  E P S y cuyo caos se encuentran en el nivel  más grave.
Ahora bien, así sea con   una minoría democrática mediante  el poder electoral, se demostró  que  los colombianos sí queremos y anhelamos la paz.

Para más claridad sobre la problemática  social del país, cuya  solución debe  ser  prioritaria,  ahora se espera que el  presidente Juan Manuel Santos Calderon cumpla lo que  aseguró en campaña en el sentido que   no aumentaría impuestos;  también el mandatario de los colombianos dijo que rebajaría del 12 al 4%  el aporte  por salud  de los pensionados y hasta el momento no ha cumplido; el señor jefe de estado colombiano ha hecho muchas  promesas a transportadores,  agricultores y  otros gremios, que no ha cumplido. Muchas promesas presidenciales han nacido para acabar protestas y hasta paros.

Este Gobierno gastó o invirtió  en tiempo más de  4  años para  lograr  un acuerdo de  pacificación con el movimiento de alzados  en armas como lo es  las FARC  pero es muy lamentable  que no haya  logrado disminuir  los  problemas  sociales como los  de  los  desarraigados  o  llamados también desplazados, ( ya  pasan de  7  millones ) ;  la  inseguridad ciudadana  en todas  las  modalidades y  en toco el país;  el desempleo;  la  educación,  incluida  la que se ofrece  en la Universidad Nacional, centro de estudios superiores del  estado que dejó de ser económico hace muchos años  y se volvió  un  negocio igual  que  las  privadas.

Con seguridad que  en Colombia la mayoría de sus habitante claman por  la paz de  un país donde los niños no se mueren de hambre diariamente, no sólo en la Guajira sino también en los demás departamentos, mientras los opulentos botan la comida en las canastas de basura…
Donde los enfermos se mueren por falta de atención en los hospitales…

Donde a los médicos y funcionarios de los hospitales no se les pagan sus sueldos cumplidamente…

Donde los hospitales y centros de salud no cuentan con recursos para comprar los insumos necesarios…
Donde las prioridades de los poderes ejecutivo y legislativo son repartirse los recursos en clientelismo y mermelada; estas gestiones son realizadas mediante amañados contratos y corrupción…

Donde los jueces acomodan sus sentencias a los intereses de los gremios económicos y bancarios y trabajan como gregarios del ejecutivo…

Donde en horas vespertinas usted no se atreve a ir hasta la farmacia de la esquina porque lo atracan, lo hieren o lo matan con la protección de la policía y la fiscalía, siempre presta a la defensa de los derechos humanos de los hampones…
Donde si usted se atreve a dejar sola  su casa o apartamento  por unas horas la encuentra desocupada cuando regresa a pesar de la presencia policial a una corta distancia…

Donde usted es severamente condenado si se atreve a defenderse contra un atracador…
Donde miles de profesionales para sobrevivir deben conducir un vehiculo de servicio público…
Donde se condenan como contrabandistas a personas que se ganan la vida vendiendo baratijas en pequeños negocios en la calle, se las persigue y se les incautan sus artículos privándolos del único medio de sustento para sus familias, mientras los grandes emporios industriales y comerciales se dan el lujo de usufructuar contrabandos de cientos de miles de millones de pesos sin ser tocados para nada…

Donde los recursos naturales los explotan,  exportan y comercializan empresas multinacionales, con el beneplácito del Gobierno Nacional…
Donde la fiscalía, la procuraduría y la contraloría son órganos dedicados a defender los intereses de sus antiguos contratantes o sus patrocinadores, comprometidos en la violación de las leyes y el enriquecimiento ilícito…

Donde se condena a un campesino por robarse una gallina o un racimo de plátanos para calmar el hambre de su familia o a un habitante de la calle por apropiarse de un sobre de sopa en un supermercado pero se declara la libertad a congresistas, ejecutivos o administradores que han despilfarrado los dineros públicos, etc. etc.

En cuanto a la problemática social del país les quiero recordar lo que asegura la organización CEPAL sobre las desigualdades sociales en esta nación latinoamericana. En efecto, “la Comisión Económica para América Latina y el Caribe señala que la desigualdad en Colombia, de las mayores del mundo, puede ser superior a la que muestran las cifras oficiales reportadas por el Dane…”
La paz de Colombia comienza con la  eliminación de tantos problemas  sociales o los  asuntos
llamados desigualdades.
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