martes julio 16 de 2024

El Ojo del Halkón No saquemos corriendo a los turistas

Ruben Dario Mejia Sanchez _25_02_12Por Rubén Darío Mejía Sánchez

 Se habla que una de las industrias más importantes para la economía de cualquier país, entre otras, es la bien llamada la gran industria sin chimenea, que es el turismo y es una industria porque los beneficios que trae a las regiones y de forma global son considerables, dependiendo del buen manejo que se dé por parte de quienes lo administran.

Muchos países han tomado muy en serio esta clase de industrias y entre los que podemos destacar para no hablar de nadie más están España y México, el primero porque ha sabido que su economía ha sufrido una serie de caídas estrepitosas por los movimientos del viejo continente, en donde ha tenido que tener un plan B para no caer en hecatombe, esto hablando en el campo económico y ese plan B ha sido el turismo y lo importante es la manera como aprendieron de sus antepasados después de las grandes crisis y de haberse acabado con el oro que se llevaron de las Américas que debía de venderse tanto por sus bellezas naturales, como por el valor y exquisitez de su gastronomía.

México le pone el pie encima a cualquiera de los países del mundo y es por su nacionalismo, ellos hablan de la importancia y belleza de sus pueblos, riquezas naturales y de su comida sin tener en cuenta si hablan de una pequeña provincia o estado, como ellos lo llaman, o de una gran ciudad, como Ciudad de México. México y los mexicanos le rinden tributo a su música, a su gastronomía, a sus artistas y a todo lo que tenga el sabor del mezcal y eso ha hecho que puedan mostrarse al mundo como un país atractivo para ser visitado y ellos aprovechar que a pesar de la crisis que se ha presentado por la llegada del narcotráfico, muestren su lado positivo y la grandeza de su gente, para recordar su historia y hacerse vigentes en la coyuntura de la modernidad actual.

Cuentan con excelentes programas que promocionan el turismo en su país y son amables, aunque se presenten algunos problemas coyunturales que son normales en todas las sociedades.

Todo lo anterior para hacer una crítica constructiva de lo que está sucediendo en Colombia; un país rico en naturaleza, música, gastronomía y paisajes que envidiaría cualquier país del mundo; además de la calidez de sus gentes; pero estamos cayendo en una gran falla y es de no saber tratar al turista en algunas regiones del país.

Da pena que en la Cumbre de Alcaldes y Mandatarios Regionales por la falta de seguridad, las noticias del evento hayan sido opacadas porque gente inescrupulosa en la ciudad de Bogotá se le robaron las pertenencias a algunos de los visitantes internacionales y nacionales que asistieron al evento.

Otro de los puntos graves que vemos en nuestras ciudades que son fuente de turismo es el problema del transporte y hablo específicamente del transporte de taxis en ciudades como Bogotá y Cartagena. Hace unas semanas estuve en la ciudad de Cartagena y sufrí la consecuencia de la famosa pregunta, que creí que estaba erradicada por un decreto o ley, que era preguntarle a los pasajeros para donde iban y me di cuenta que no porque luego de las 4 de la tarde en el Corralito de Piedra, los taxistas que no tienen taxímetro y que se dan el lujo de cobrar lo que quieren, muy tranquilamente dicen que no van sino a los recorridos turísticos por la Ciudad Amurallada y se les olvida a estos “profesionales del volante” que esto es un servicio público y que se debe prestar de manera satisfactoria al ciudadano que lo requiera.

En Bogotá hemos visto, como esa libertad de tarifas hagan que otros inescrupulosos se aprovechen de los turistas y cobren lo que se les viene en gana, si no es que se presten para atracarlos y llevárseles las pertenencias.

No se entiende como un gran dirigente de este sector sale a decir a los medios de comunicación que se han hecho cursos para que se preste un buen servicio y los resultados no sean los mejores.

Hace unos meses la Directora de Proturismo en Cartagena, Zully Salazar firmaba un comunicado donde pedía a los vendedores ambulantes, principalmente en las playas de la Heroica que se portaran de manera diferente, por el gran número de quejas que se habían presentado ante su despacho, por el pago exorbitante de los productos que querían adquirir los turistas en ese lugar. Y yo mismo fui testigo y víctima de esos vendedores; porque a pesar de que nos habían advertido que teníamos que tener mucho cuidado con quienes alquilaban los parasoles y vendían sus productos en la playa, con mi esposa fuimos víctimas de un vendedor de jaibas quien con más agilidad que cualquier culebrero paisa nos quitó más de $50.000 en unos minutos y si mi esposa no hubiera estado pendiente, la tumbada habría sido más grande.

No hay derecho que los turistas tengan que decir que la ciudad es un encanto, que Cartagena la vieja es de ensueño, pero que se presenten esta clase de problemas, porque eso es lo que aleja a los turistas no solo de Cartagena sino de otras zonas turísticas del país.

Nos dio mucha tristeza, principalmente a mi esposa de ver la gran suciedad en la playa, principalmente en Playa Blanca, en donde nos tocó pasar por el lado de un pozo putrefacto, en donde parece a nadie le importa lo que está sucediendo a pesar de que se habla de que es un parque natural, que está en una de las islas más bellas como es la isla de Barú. La gente no tiene cuidado y tira los desechos de plásticos, de alimentos y hasta de ropa en cualquier lado de la playa infectando y haciendo que las aguas del mar no sean tan limpias como todo el mundo esperara al llegar a visitarlas.

Hay muchas fallas en el campo turístico a pesar de los esfuerzos que hace el Ministerio de Comercio y con su dependencia que tiene que ver con el turismo, nos damos cuenta que hay sitios bellísimos, no solo por su naturaleza sino por su historia, como lo que sucede en San Agustín, en el departamento del Huila, falta mucho cuidado de las personas responsables del lugar y falta más promoción para que se conozca sobre la región, pero en algunos lugares turísticos sucede como cuando una persona es dueña de un vehículo de transporte público que se dedica solo a disfrutar de las ganancias producidas por el mismo y no le hace el mantenimiento.

No debemos ahuyentar a los turistas, las autoridades deben de poner más medidas de seguridad y quienes habitan en la región y se benefician de los resultados del turismo deben de colaborar para que todo sea atractivo ante la mirada de propios y extraños.

Sé que estamos en un país de gente buena y trabajadora; pero también de personas que en gran parte no les interesa el bienestar común y pareciera que mientras los mexicanos son orgullosos de su país a muchos de nosotros nos avergonzara haber nacido en este bello terruño, y es que verdad que se puede esperar de un pueblo que en gran porcentaje no le interesa el futuro de sus hijos y de su patria.

Colombia tiene mucho que dar en turismo, si me pusiera a hablar de las regiones atractivas por turismo en nuestros país necesitaría escribir muchas cuartillas, muchos libros y hacer muchos programas de televisión, además de programas de radio.

La responsabilidad para mostrar una bella cara de u país con tanta riqueza natural, de sus gentes y de su gastronomía, es de todos, principiando por el Gobierno y siguiendo por los ciudadanos que tengan conciencia de la forma que se puede sacar al país adelante y no estar pendientes únicamente de mostrar el café, las esmeraldas y las cosas malas para el mundo, sino esas bellezas naturales y que por lo tanto la industria sin chimenea (turismo) sea otra fuente de ingreso para tanto profesional que termina sus carreras y no encuentra trabajo, por la transición por la que pasa en estos momentos el país.

Si los colombianos le decimos algún día SI a la paz, dejando nuestros rencores y nuestros apetitos burocráticos políticos personales, Colombia puede ser sin lugar a dudas uno de los países con mayor atracción turística del mundo; porque seamos conscientes que a pesar de los problemas que tenemos de orden público y de mal trato, como he dicho anteriormente, al turista estos siguen poniendo sus ojos en esta tierra y muchos se enamoran de ella y regresan una y otra vez.

Creo que yo no me atrevería a recomendar una u otra región del país sino a un pueblo entero que con más de cuarenta millones de habitantes tiene mucho para dar y mostrar ante el orbe.

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