lunes noviembre 25 de 2024

Centro Democrático no propondrá revocar acuerdos con Farc: Uribe Vélez

19 febrero, 2017 Política

_El expresidente Álvaro Uribe Vélez aseguró que, si el candidato del Centro Democrático gana las elecciones a la presidencia del año 2018, no revocará los acuerdos de paz alcanzados entre el gobierno nacional y los miembros de las Farc. Pero advirtió que buscarán introducir los cambios que garanticen que no habrá impunidad ni que el país entre un estilo político Castro-chavista.

Desde la Clínica InterQuirófanos de Medellín, el senador Álvaro Uribe Vélez envió una carta en la que negó que el Centro Democrático vaya a revocar los acuerdos entre el Gobierno y las Farc si su candidato gana las próximas elecciones presidenciales del 2018.

Uribe Vélez respondió así a las declaraciones el jefe negociador del Gobierno, Humberto de La Calle, en las que advirtió que sería “un peligro” que el Centro Democrático modificara los acuerdos si llega al máximo cargo del país.

Esta es la primera declaración del senador Uribe Vélez después de su operación de próstata en la ciudad de Medellín el pasado miércoles, 15 de febrero.

Esto tras las declaraciones del jefe negociador del gobierno nacional con las farc, Humberto de la Calle, quien aseguró que el Centro Democrático en el poder sería un peligro para la integridad del acuerdo de La Habana.

“El Centro Democrático no propondrá revocar los acuerdos de paz con las Farc, pero buscará introducir los ajustes que taponen el camino Castro-chavista, apoyo a desmovilizados de base y víctimas, pero que decir de la impunidad y elegibilidad de delitos atroces, de riesgo castro chavista, del precedente del desconocimiento del plebiscito y abuso de fast track”, señaló el senador Uribe Vélez.

Subrayó que la oposición representada por el Centro Democrático lo que busca es consolidar un acuerdo de paz que garantice la no impunidad de los delitos de lesa humanidad y la tranquilidad de los colombianos.

“Que quede claro, apoyamos a la reinserción generosa de los guerrilleros de base, que peligro el centro democrático, que quiere revocar los acuerdos con Farc, parecen especializados, en la destrucción del estado democrático”, advirtió el senador Uribe.

Esta es la primera declaración del senador Uribe Vélez después de su operación de próstata en la ciudad de Medellín el pasado miércoles, 15 de febrero.

«Qué peligro el Centro Democrático que quiere revocar el acuerdo con Farc», es la advertencia del Gobierno y del doctor De la Calle, uno de sus candidatos.

Parecen especializados en la arquitectura de destrucción del Estado Democrático. Que la Constitución de 1991 trajo aspectos positivos, no se puede negar, y también malos como el gigantismo burocrático, la atomización politiquera de la justicia, la profesionalización económica de la política, los derechos de prestaciones económicas que parecerían, según algunos intérpretes, no tener topes de costos, y otros.

No olvidaré que Carlos Gaviria, mi admirado profesor y respetado contradictor, dijo a algunos de mis compañeros, que no aceptaba ser candidato a la Constituyente por la manera como se había convocado y porque la Constitución de 1886 estaba sin aplicar.

La Constituyente fue convocada por un decreto de Estado de Sitio, finalmente declarado exequible por la misma Corte que había decretado la exequibilidad de la Constituyente del Presidente López Michelsen, que debió reformar la justicia y el régimen territorial, y de la Reforma Constitucional del Presidente Turbay, que anticipó algunos aspectos de la Constitución de 1991. Todavía asombra que el Decreto de Estado de Sitio pasara el examen de constitucionalidad y no así lo aprobado juiciosamente por los congresos de la época.

Con el Decreto de Estado de Sitio se creó un precedente de riesgo a la democracia, mitigado por el buen juicio de la mayoría de integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente.

Los arquitectos del riesgo institucional de entonces son los mismos que ahora, en asocio con Farc, se han inventado la manera de conceder impunidad y elegibilidad política a los responsables de delitos atroces, han convertido al narcotráfico en delito político, han inspirado el desconocimiento del Plebiscito y quieren hacer del Fast Track un poder para dictar normas sobre lo humano y lo divino.

Estos arquitectos del riesgo institucional han tenido la ayuda de la Corte Constitucional, que les dijo que no necesitaban otro plebiscito, sentencia que a los del No también nos alegró el oído con la sugerencia de que se podía convocar.

El Centro Democrático tiene claro que hay que proteger y dar todas las oportunidades a los guerrilleros de base desmovilizados, además que la protección de las víctimas quedó a medio camino.

Sin embargo, la opinión pública debe considerar que hay reparos muy importantes de la Corte Suprema, del Consejo de Estado, de la Procuraduría y de la Fiscalía, que se suman

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