‘No me gusta despedirme’: Hugh Jackman habla de interpretar a Wolverine por última vez
La última vez que Hugh Jackman actuó como Wolverine, el superhéroe de cómic que ha interpretado en pantalla durante 17 años, no fue una ocasión especialmente decorosa. Mientras trabajaba en un filme musical, tuvo que volver a grabar durante dos días algunas escenas de Logan, el décimo filme en la franquicia de X-Men de Fox, en la que golpea a algunas personas y también recibe algunas palizas, y terminó con la voz ronca de tantos gritos.
“Levanté la voz y grité mucho, y después tuve que regresar al musical al día siguiente”, recordó Jackman hace poco, entre risas y ya recuperado. “De hecho, le dije a alguien que ‘No con una explosión, sino con un lamento’”.
A su álter ego con garras metálicas no le va mejor en Logan, que se estrenará el 3 de marzo. Ambientada en 2029, la película presenta al protagonista desgastado y débil, incapaz de curarse tan rápidamente como solía hacerlo. Los X-Men ya no están y él ya no hace más que conducir una limosina mientras se encarga de un anciano Charles Xavier (Patrick Stewart), cuyos poderes psíquicos se han convertido en un peligroso inconveniente.
Desde el momento en que Jackman se convirtió en una estrella de cine, con el filme original X-Men en el año 2000, ha sido sinónimo de Wolverine, un mutante feral con esqueleto de metal y un pasado tormentoso que duró décadas y en el que vivió con el nombre de Logan. Es su papel más notorio y exitoso, uno con el que, por lo menos hasta finales de enero, todavía no terminaba porque siempre había un diálogo más, otra sesión de grabaciones u otra conversación con su director. “No me gusta despedirme”, dijo Jackman.
Desde luego, para Jackman no debe ser fácil alejarse de un papel que ha habitado más tiempo que cualquier otro actor que haya estado asociado con un personaje de cómics o una franquicia de fantasía; un periodo durante el que personajes recurrentes como Batman, Spider-Man y Superman tuvieron nuevas versiones en dos ocasiones, e incluso sus compañeros de X-Men tuvieron que compartir la custodia de sus papeles con una generación de actores más jóvenes.
Sin embargo, cuando le preguntamos si cree que Logan es el capítulo final de Wolverine, respondió: “Cuando leí el guion, pensé que sí”, dijo. “Cuando grabé la película, pensé que sí. Y ahora que estoy sentado aquí sigo pensando que sí”.
“Solo Dios sabe cómo me sentiré en tres años”, continuó. “Pero por ahora creo que sí es el final”.
No es que Jackman pareciera devastado. Desayunando en un hotel boutique en SoHo, este actor nacido en Australia, de 48 años, se mostró alegre, amistoso, vestido pulcramente y casi demasiado encantador para ser un actor que presenta una película de acción distópica (incluso cuando anunció el lunes, a través de Twitter, que le habían dado tratamiento para otro carcinoma basocelular, intentó encontrar el lado positivo a través del humor: junto con una foto suya en la que se veía un tratamiento en su nariz, escribió: “¡Se ve peor con el vendaje puesto que sin él!”). No le encanta hacer retrospectivas de su carrera y no tiende a preguntar, como lo hacía memorablemente en su papel de Jean Valjean en Les Misérables, ¿quién soy yo?
Pero ¿qué pasará cuando se despida de la única constante en su carrera fílmica? ¿Quién quedará cuando se elimine este factor X?
“Hablemos claro… no me estoy jubilando”, dijo Jackman. No obstante, sin importar cuántos años ha interpretado al personaje, tanto en la serie de X-Men como en las películas de Wolverine, dijo: “He tenido crisis por pensar que no lo había hecho tan bien… ya fuera en cuanto a la historia, la actuación o lo que fuera”.
No solo le pasa con las películas de los X-Men, dijo: “Con cada filme que he hecho tuve esa duda constante. Pero esta vez tengo menos dudas”.
Jackman no era un desconocido cuando se le consideró por primera vez para el papel de Wolverine, pues ya había actuado en la televisión australiana y en el teatro, además de haber recibido buenas críticas por interpretar a Curly en la versión de 1998 de la obra Oklahoma! en West End.
Fue después de una matiné de esa obra que Jackman se quitó los pantalones de cuero y se apresuró, con todo y permanente en el cabello, a una oficina de selección de reparto para grabar una audición de X-Men (cuando lo volvieron a llamar, relató Jackman, “dijeron: ‘Quítate el permanente y no hagas ese acento de vaquero’. Era el único acento estadounidense que podía hacer en ese momento”).
Solo después de que le habían dado el papel de Logan a Dougray Scott —quien después tuvo que abandonar el proyecto debido a que se interponía la filmación de Misión: Imposible 2— Jackman pudo llegar al set de X-Men para hacer una prueba frente a cámaras y mirar boquiabierto a futuros compañeros como Stewart e Ian McKellen, sus ídolos.
Stewart recordó a Jackman por su modestia en ese momento. Después de la prueba frente a cámaras, dijo Stewart, “Hugh regresó como 45 minutos después y lo primero que dijo fue: ‘Bueno, jamás volverán a verme’”.
Sin embargo, Jackman ha protagonizado los primeros tres filmes de X-Men, dos filmes previos de Wolverine y la precuela de 2014: X-Men: Días del futuro pasado (en total, estas películas recaudaron 2,7 mil millones de dólares en todo el mundo). Ganó un Tony por The Boy From Oz en 2004 y recibió un Tony especial en 2012 por sus contribuciones a la comunidad de Broadway; ha sido conductor de los Tony cuatro veces, ganó un Emmy por conducir los Tony y también fue conductor de los premios de la Academia.
Aparte del cameo breve y sangriento en X-Men: Apocalipsis el año pasado, Jackman no necesariamente pensaba regresar a la franquicia. Eso cambió durante una gira publicitaria para el filme de ciencia-ficción Chappie, cuyo director, Neill Blomkamp, preguntó qué historia contaría si pudiera hacer una película más de la serie.
“Había tomado algunas copas de vino”, recordó Jackman. “Dije: ‘Creo que solo tengo una película más, si es que la hago’. Y creo que después se me salió decir algo. Fui a casa y me dormí; desperté a las 4 de la mañana, tomé mi celular y grabé un recordatorio de voz”.
En ese recordatorio, Jackman describió la estructura de Logan, con una historia que se basaría en Unforgiven, The Wrestler y Shane (una porción de esta última aparece en Logan), y cuenta la historia del “héroe caído que intenta escapar de su pasado, encuentra algo de paz y lidia con la decepción y el arrepentimiento”, dijo.
James Mangold, quien dirigió Logan y escribió el guion con Michael Green y Scott Frank, dijo que la película fue una reacción natural al “cansancio que llega con la fórmula que se ha usado durante el último par de décadas” de los filmes basados en cómics.
“Hay ciudades que explotan y villanos malvados que llegan desde el planeta Yahoo”, dijo Mangold, quien dirigió a Jackman en Wolverine Inmortal en 2013 (y antes de esa película en la comedia romántica sobre un viaje en el tiempo Kate & Leopold). “Hay suficiente circo y espectáculo. Cuando empiezas a eliminar todo eso, piensas: ‘¿Es suficiente? ¿Esto funcionará?’”.
Si acaso, Mangold estaba más seguro que Jackman de que Logan podría ser su última interpretación de ese personaje.
“No creo que alguna vez lo haya considerado como una posibilidad”, dijo Mangold. “Creo que su acercamiento fue tal como era”.
Y agregó: “Como pensó que esta será la última vez que lo interpreta, todos los días llegó al set con mucha energía. No creo que alguien vaya a ver esta película y diga que es un filme que solo hizo por dinero”.
Jackman dijo que era solo cuestión de tiempo antes de que otro actor retomara el papel de Wolverine. “El personaje continuará”, dijo. “Alguien más lo interpretará; eso es seguro”. Insistió en que eso no le preocupaba, “a menos que Daniel Day-Lewis lo interprete y gane un Oscar… entonces sí me preocuparía”.
Stewart, quien ya comparte el papel de Charles Xavier con James McAvoy (quien interpreta la encarnación más joven del personaje), dijo que, como un actor con instrucción sheakespeariana clásica, creía que los actores invariablemente se sentían apegados a sus papeles más conocidos.
“A veces piensas: ‘¡Espera… ese es mi papel!’”, dijo. “¡Macbeth es mi papel! ¡Shylock es mi papel! ¿Qué están haciendo?”.
Debajo de la apariencia positiva de Jackman, dijo Stewart, probablemente reconocía lo significativo que es renunciar al personaje. “Creo que sí percibe el peso de la situación”, comentó. “Pero debo decirles que Hugh Jackman sabe cómo cargar ese peso y hacerlo muy ligero”.
Jackman ya había pasado varias semanas en Nueva York filmando The Greatest Showman, basado en el musical Barnum, cuyo lanzamiento está programado para Navidad; en la película, interpreta al empresario exhibicionista y extraordinario, alguien muy distinto al introspectivo y abatido Logan.
The Greatest Showman no es un film que Jackman haya planeado específicamente como eje después de Wolverine. Sin embargo, es una película que pasó varios años ayudando a desarrollar. “Quizá creí que había un 50 por ciento de posibilidades de que se hiciera”, dijo; y ver cómo toma forma ha hecho que se sienta entusiasta acerca de cómo podría lucir su posible futuro pos-X-Men.
“Soy un poco adicto a las películas que parecen muy personales, si no es que tratan sobre algo que es de vida o muerte, porque de verdad hay algo en riesgo, y aunque se gane o se pierda, dan la sensación de que es lo correcto”, dijo.
Y cuando termine The Greatest Showman, dijo Jackman, su agenda estará vacía. “De hecho estoy más libre que nunca”, dijo. “En realidad, no tengo nada planeado para después de esta película, lo cual es realmente emocionante para mí”.
Se rio y después agregó: “Eso podría ser ingenuidad de mi parte. Es como pensar: ‘Caray, es por una razón’”.