martes noviembre 19 de 2024

EJE 21 presagió hace seis años el desastre de Sancancio

Manizales, 25 de abril_ RAM_ EJE 21 publicó el 25 de abril de 2011 una nota periodística en la que advertía claramente de los riesgos que representaba para la ciudad el morro de Sancancio. «No estará lejano el día en que el Morro de Sancancio le pase la cuenta de cobro a la ciudad», presagió EJE 21.

La preciosa y verde colina de 2020 msnm que emerge por el centro sur separando la ciudad del río Chinchiná, con su cruz de 30 m en lo alto, ha sido para los manizaleños algo más que el cerro tutor: un santuario para llegar caminando en familia, importante mirador para los visitantes y componente paisajístico de la silueta urbana.

Conociendo de antemano que los fieles de todas las edades y de los sectores populares, en esta fecha como en la del 3 de mayo Día de la Cruz, año tras año hacen este recorrido como una de las tradiciones más antiguas del pueblo católico manizaleño, el secretario de Obras Públicas del Municipio de Manizales no se dignó siquiera verter sobre el carreteable de ascenso una palada de tierra, dejando para la ocasión la vía como camino de herradura.

Como consecuencia de esta lamentable demostración de negligencia, los millares de fieles que hicieron el recorrido regresaron empantanados de pies a cabeza. Ayer, en un esfuerzo sobre humano, se veían subir por la empinada cuesta madres arrastrando pequeños coches donde llevaban a sus pequeños hijos; ancianos sacándole con mucha dificultad el cuerpo al lodo; mujeres embarazadas cuidándose de una caída;discapacitados practicando toda clase de acrobacias para no irse al suelo; niños llorando viendo las dificultades del camino, en fin todo fue una tragedia.

Seguramente que las treinta mil personas o más que realizaron el recorrido de viernes santo al Morro de Sancancio, al concluir la penosa  jornada, terminaron maldiciendo a la administración municipal por tan manifiesta desidia. Y por percepción directa, establecieron que muchas de las cosas que se dicen del gobierno local son ciertas. Muchos se preguntaban en qué se invierten los impuestos que pagan   si en la ciudad hay trochas que no se las merecen ni los villorrios más olvidados de Colombia.

No estará lejano el día en que el Morro de Sancancio le pase la cuenta de cobro a la ciudad. Ya vemos cómo se está desmoronando por el sector oriental. Las condiciones dramáticas de la vía o trocha –para definir con más exactitud su estado- actuarán como una bomba de tiempo. Las cárcavas, que abundan como la misma maleza que cubre a este cerro tutelar, a lo largo y ancho de todo su recorrido,

terminarán precipitando la montaña sobre el río Chinchiná y los barrios vecinos. Vendrá entonces la catástrofe.

Es, pues, triste y lamentable el destino que le espera al cerro más bello y emblemático de Manizales. Es paradójico que un gran atractivo natural y turístico, esté convertido hoy en un inmenso factor de riesgo y peligro. San Cancio debería ser un santuario de flora y fauna por su cercanía con la ciudad, por su imponencia, por su belleza. Es más: los particulares no deberían poseer allí tierras.

Por desgracia, nadie dice nada. Pareciera que el declive de San Cancio marcara también la decadencia de nuestra clase dirigente. Esperamos que la Corporación Cívica de Caldas,la Sociedad de Mejoras Públicas,  el Concejo de Manizales y Corpocaldas, se pronuncien para evitar que el Cerro tutelar de la ciudad, orgullo de muchas generaciones, se derrumbe y nos aplaste. Cuando esto ocurra, reaccionaremos y nos daremos cuenta que perdimos el liderazgo y la capacidad para reclamar oportunamente.

EJE 21

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