martes julio 16 de 2024

Un Medio Ambiente para Vallejo

Contraplano

Orlando cadavid columna

Por Orlando Cadavid Correa

Si el presidente Juan Manuel Santos compara su reajustado gabinete para el segundo tiempo de su gobierno con la Selección de don José Néstor Pékerman, de qué juega en el equipo de la alta burocracia estatal el impensado Ministro del Medio Ambiente, Gabriel Vallejo López? ¿Será que lo adornan los atributos de un Falcao, un James o un Cuadrado?

A Vallejo están dándole hasta con la tapa de la olla por su ignorancia supina en la compleja materia que el inquilino de Palacio le ha confiado, en estos tiempos de dramática sequía, mientras el fenómeno de “El Niño” pone al sediento país contra la pared.

En las tertulias bogotanas circulan dos chistes alrededor del inopinado Ministro: El uno: Que Vallejo se empeñará en buscar la otra mitad del Medio Ambiente, algo que no hicieron sus antecesores en la cartera a su cargo. El otro: Que nombrará una comisión de alto nivel ambientalista para que les pida a los progenitores del travieso infante que lo castiguen severamente por hacerle tanto daño a Colombia y que le ordenen al parvulito que le ponga fin a sus pilatunas.

Al hacer el tránsito de la dirección del programa presidencial de la Prosperidad Social al Ministerio del Medio Ambiente,  su nombramiento  le generó unos días bastante amargos,  antes de su posesión, ocurrida el martes pasado.

A la cabeza de los críticos estuvieron doña Salud Hernández Mora,    la columnista de El Tiempo, y el ex ministro Fernando Londoño Hoyos. Primero va la dama colombo-española:

“Otro ejemplo de que Santos sigue en su burbuja es su designación del Ministro de Ambiente, un NN sin mando ni prestigio en el área. En su primer gobierno cambió cuatro veces de ministro. Ahora hará otro tanto. Son fusibles de mínimo voltaje. Para él, la Naturaleza empieza y termina en su finca de Anapoima. Por cierto, ¿no hay un solo negro que pueda ser su ministro”?

El turno es ahora para el doctor Londoño, columnista de LA PATRIA, quien en su artículo “Habemus gabinete” planteó su desacuerdo con el arribo de Vallejo al ministerio:

“Al Presidente se le escapaba el detalle regional con la zona cafetera. Y nombra como Ministro del Ambiente a un personaje que poco representa para Caldas, Quindío y Risaralda y cuya inhabilidad para cuestiones ambientales es casi escandalosa. La montaña, tembló, crepitó, rugió y parió un ratón”.

El cronista político Rafael Zuluaga Villegas, se preguntó en el portal de Eje 21   ¿”qué quiso decir Londoño sobre el parto del ratón”.

Según El Campanario de Tomás Nieto, algunos caldenses no dejan en paz al debutante Ministro del Medio Ambiente. En los tertuliaderos locales se dice que cuando Vallejo era candidato a la Gobernación de Caldas (pulso electoral que perdió frente al defenestrado Guido Echeverri Piedrahita, el 31 de octubre de 2011) llevaba tantos años sin visitar a Manizales, su patria chica, que  si lo dejaban solo en la céntrica Plaza de Bolívar, al pie del Bolívar-cóndor de Arenas Betancur, el hombre no sabía qué camino coger, ni a dónde dirigirse.  Mejor dicho, quedaba más perdido que una francesa volada de la casa.

La apostilla: A propósito de gabinetes y selecciones, está de malas Carlos Antonio Vélez. Ya nadie lo consulta en materias futboleras,  en las que él se cree la última palabra. No lo llamó don Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid, a pedirle su opinión sobre la contratación del joven colombiano James Rodríguez, el goleador del Mundial de Brasil. Tampoco le telefoneó el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, don Luis Bedoya, para que le diera su “autorizado” concepto sobre la renovación del contrato, por cuatro años, al exitoso técnico de la Selección, José Néstor Pékerman. Confirmado: “Mi Dios Antonio Vélez” sigue perdiendo desprestigio”, como diría el ex ministro Rodrigo Marín Bernal.

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