De la Calle advierte sobre el riesgo de la polarización al proceso de paz
El jefe de la delegación del Gobierno en La Habana, Humberto de la Calle Lombana, advirtió este jueves que la polarización política en Colombia podría hacer inviable un eventual acuerdo de paz, y advirtió que los diálogos de paz con las Farc, entran en una fase donde se abordarán los temas más espinosos.
“Esta polarización me preocupa más que cualquier cosa, que lleguemos hipotéticamente a un acuerdo en La Habana y se vuelva inviable por la polarización que existe en Colombia” frente al proceso de paz, señaló Humberto de la Calle.
“Me parece que este entorno es muy nocivo”, afirmó De la Calle, durante un evento de la Cámara de Comercio Colombo-estadounidense en Miami, Florida.
“Tenemos el reto todos de construir un discurso de tolerancia e inclusión. Nos preocupa tanto ese ambiente de crispación y polarización, tenemos que llegar a un proceso de aceptación del otro”, dijo de su lado Sergio Jaramillo, alto comisionado para la paz del gobierno colombiano.
“No estamos de paseo en el Caribe, nos estamos jugando la vida de nuestros nietos y el futuro de Colombia”, expresó De la Calle, jefe del equipo que reanudará los diálogos con Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), la principal guerrilla del país con unos 8.000 combatientes, el 23 de septiembre.
“Lo que hacemos en La Habana es arduo, pero eso no tiene comparación con lo que tendremos que hacer después” para materializar los acuerdos de paz, aseguró Jaramillo, en un país dividido luego de cinco décadas de conflicto armado que ha dejado cientos de miles de muertos y millones de personas desplazadas.
Cuando los colombianos deban refrendar el acuerdo de paz, los delegados esperan que lo logrado en La Habana “sea discutido razonablemente, (…) oyéndonos los unos a los otros”, añadió.
Aunque convencidos de que los diálogos iniciados en 2012 son una oportunidad real para la paz, los delegados oficiales mantienen una mirada “prudente y escéptica”, sobre todo ahora que se debaten “los problemas más difíciles”, dijo De la Calle.
Luego de haber alcanzado acuerdos en los primeros tres de los seis puntos de la agenda, reforma rural, participación política y drogas ilícitas, quedan por resolver los más sensibles: la reparación de las víctimas (tema que discuten ahora), el desarme de la guerrilla y el mecanismo de refrendación del acuerdo.
“Los primeros temas eran menos controversiales”, dijo De la Calle.
“Entramos en los temas que realmente y directamente tocan a las FARC, las víctimas de las Farc, los hombres de las FARC, las armas de las FARC, el cese al fuego definitivo”, secundó Jaramillo.
El tema de las víctimas del conflicto, para el cual se han realizado foros en Colombia y visitas a La Habana de personas afectadas, “es el eje y la columna vertebral” de las conversaciones, dijo De La Calle.
“Allí es dónde se generan las mayores preocupaciones de los colombianos y eso lo entendemos”, indicó.
Por otro lado, los delegados lamentaron la muerte el martes de siete policías en el noroeste de Colombia, en un ataque que el gobierno atribuyó a las FARC en alianza con una banda narcotraficante.
“Nos llena de tristeza y uno tiene que enviar un mensaje de solidaridad a las víctimas”, dijo De La Calle.
El negociador insistió en que el gobierno de Santos no considera pertinente un cese del fuego mientras se dialoga, como lo reclama la guerrilla.
“En el pasado, los armisticios impulsaron nuevos frentes de la guerrilla”, dijo De la Calle.
Santos se ha propuesto firmar un acuerdo de paz hacia fines de este año, pero los delegados no se atrevieron a adelantar una fecha para un pacto definitivo