Finalmente desapareció el Space en medio de una gigantesca nube de polvo
A la hora programada, 9 en punto de la mañana, previamente a tres toques de alerta de sirena, se produjo la implosión que dejó convertido en escombros lo que quedaba del conjunto residencial Space en la ciudad de Medellín. No hubo ninguna repercusión colateral, salvo la gigantesca nube de polvo, al desintegrarse las etapas 1, 2, 3 y 4 del complejo habitacional.
Los 10.300 metros cuadrados de las edificaciones se convirtieron en 30.000 metros cúbicos de escombros que serán recogidos en mes y medio por otra firma contratada por la Alcaldía de Medellín.
Para derribar lo que queda del complejo de apartamentos en la capital antioqueña se realizaron 1.200 perforaciones para inyectar 200 kilos de indugel explosivo que controladamente demolió la estructura.
Faltando cinco minutos, dos minutos y un segundo para las 9 de la mañana sonó la sirena; esta vez sí se escuchó a más de cien metros a la redonda, distancia a la cual estaba el cordón de seguridad contra la intromisión de los curiosos.
Para controlar la nube de polvo que se produjo tras la explosión tres máquinas del Cuerpo de Bomberos de Medellín provocaron una lluvia artificial.
Previamente a la implosión, se evacuaron los edificaciones ubicadas en la zona de influencia, entre ellos los edificios Altos del Poblado e Interclub y algunas casas de las urbanizaciones Olivares y Santa Catalina de Aragón.
Además, se interrumpieron los servicios de gas y de energía eléctrica.
Inmediatamente a la desaparición de la nube de polvo se puso en marcha el plan ambiental y el iicio de la recolección y evacuación, que entre otras cosas, costará cerca de 1.600 millones de pesos.
A propósito del tema, las pérdidas causadas por las fallas estructurales que obligaron a la demolición del complejo de apartamentos son cuantiosas.
La unidad residencial constaba de 161 apartamentos, cada uno de los cuales fue vencido a 300 millones de pesos a 128 familias
La empresa CDO responsable de la construcción le está pagando como arriendo temporal $2,5 millones mensuales, en promedio, a las familias que perdieron su vivienda. Y, por supuesto, debe indemnizar a las familias que perdieron a 12 de sus seres queridos cuando colapsó la primera torre el 12 de octubre de 2013.
La firma Atila –encargada del procedimiento– adelantó la implosión del complejo residencial que, para algunos, acabó con los sueños y lugar de habitación de 121 ciudadanos con sus familias.
De acuerdo con ingenieros de la firma caleña, se trató de una intervención liderada por 10 especialistas –un ingeniero, un experto en seguridad industrial y ocho artilleros– quienes emplearon explosivo Indugel para la demolición, teniendo en cuenta que no produce gases venenosos.
El procedimiento, de acuerdo a la compañía, fue menos riesgoso que el realizado el pasado 27 de febrero cuando adelantaron la implosión de la torre 5, ya que no se tuvo que adoptar medidas adicionales para no afectar el resto de la estructura.
El operativo de implosión generó una capa de polvo que permanecerá siete minutos en el aire y cuyas partículas pesadas caerán sobre la misma hora, por ello la necesidad de realizar la demolición en horas de la mañana.
Entretanto, los propietarios de los apartamentos del Space –quienes sostuvieron una reunión con representantes de la constructora CDO en la sede de la Procuraduría en Medellín– rechazaron una propuesta inicial de la firma, quien les ofreció pagar 2’400.000 de pesos por metro cuadrado, ya que aducen que el valor real del terreno es cercano a los 3’400.000 pesos.
La decisión de demoler totalmente la estructura se tomó ante al «alto riesgo de colapso» que presentaba, según reveló un estudio de la Universidad de Los Andes contratado por la Alcaldía. El Edificio Space, una mole de seis torres interconectadas concebida como una estructura curva de altura escalonada, incluía 154 apartamentos de entre 90 y 170 m2 cada uno.
A comienzos de septiembre, la Fiscalía había anunciado que tres responsables de Lérida CDO serían acusados de homicidio culposo. Según el ente acusador, hubo negligencia de la firma, ya que se utilizó concreto de baja resistencia, no se revisaron las memorias y planos estructurales ni se hizo la debida supervisión técnica.
