miércoles diciembre 18 de 2024

El Ojo del Halkón A veces llegan cartas con sabor amargo

Por: Rubén Darío Mejía Sánchez

 A una semana de la posesión del nuevo Presidente de Colombia, Iván Duque Márquez, encontramos un país aun mas polarizado que antes y es simple y llanamente porque el llamado a indagatoria a Álvaro Uribe Vélez por parte de la Corte Suprema de Justicia ha dividido mas y más al país.

Están los uribistas que se rasgan las vestiduras y respaldan al Ex presidente y están la Corte y los investigadores más los medios de comunicación que piden que se aclare lo que ha sucedido en cuanto a lo que tiene que ver con la manipulación de testigos por parte del Ex Jefe del Estado.

Uribe anunció por las redes sociales su renuncia y les pidió a su colaboradores y abogados, lo mismo que a sus seguidores no hablar nada al respecto frente a la opinión publica hasta que la Corte tome una determinación o se sepa ante quien debe de responder por lo que se imputa, si ante la Alta Corte o ante la Fiscalía General de la Nación.

Se ha hablado de la participación de las autoridades inglesas con su cuerpo secreto y quizá también la mano secreta del presidente Santos, lo que este último ha salid a refutar y tanto él como su ministro de defensa han aclarado que la colaboración que se pidió al Gobierno Ingles es para la lucha contra el narcotráfico en el país que tiene tentáculos con diferentes países europeos.

El ex presidente recibió la notificación de la Corte cuando se encuentra en convalecencia al haber sufrido la rotura de una de sus costillas al caerse de un caballo en su hacienda El Uberrimo y se ha calificado la actuación de la Corte como una actuación sin precedentes puesto que lo llamó a indagatoria y se sigue especulando si ese máximo tribunal tendrá que trasladar el proceso a la Fiscalía en caso de hacerse efectiva la renuncia de Uribe.

Dice Julio Iglesias “a veces llegan cartas con sabor amargo, con sabor a lágrimas” y esto podría decir toda la bancada del Centro Democrático al saber “que la carta de renuncia al Congreso ya está en poder del Presidente de ese órgano legislativo.

Una serie de nombres están en la escena del escándalo, Álvaro Uribe como autor, Juan Guillermo Monsalve como el “testigo siniestro”, Iván Cepeda como el Senador acusador, Jaime Lombana como abogado, el representante Álvaro Hernán Prada como pieza clave de las interceptaciones y el abogado Diego Cadena, quien ha defendido a personajes como don Diego, el capo del norte del Valle quien llegó a estar en la lista de los más buscados por el FBI y Diego Pérez Henao, fundador de Los Rastrojos quien anuncia que aportará testimonios sobre un supuesto soborno y fraude procesal e Hilda Jeaneth Niño acusada de trabajar al servicio de narcos y es así cuando la Corte tiene conversaciones en las que Cadena acuerda con ella declarar en el proceso contra Santiago Uribe en lo que dicen que es una patraña del ex fiscal Eduardo Montealegre.

La Corte Suprema tiene decenas de interceptaciones en las que Cadena habla sobre su misión de obtener testigos favorables a Uribe que incriminen a Iván Cepeda.

Son tanto los nombre que aparecen en este rompecabezas que desenredarlo va a ser lo más difícil y es muy grave cuando alguien sea tan osado de salvar o condenar al ex presidente con mayor poder político en el país, si nos damos cuenta que en estos momentos cuenta con un presidente de la republica y las mayorías en el Congreso; mayorías no solo de su partido Centro Democrático sino de otros partidos y movimientos políticos que lo han respaldado en la cruzada de atajar el triunfo de la izquierda en Colombia en las pasadas elecciones legislativas y presidenciales.

Toqué este tema porque es el tema del momento y es bastante delicado aunque me lavaré las manos como Pilatos en lo que diga, si es que así me lo entienden; porque tengo que decir lo que decía el viejo Frutoso, “hijo, deja que los demás arreglen sus pleitos y sus vidas”, quiero confesar que no he podido hacerlo, porque en mas de una oportunidad he tratado de solucionar primero los problemas de los demás que los míos, y esto también en mi vida personal.

Pero, desde que tomé la determinación de meterme en este mundo de la opinadera he visto la responsabilidad de mis palabras y opiniones, y como ignorante en cosas judiciales de alta alcurnia, diría que es el momento de no actuar con emociones y con calenturas, sino dejar que los hechos se vayan aconteciendo y que la razón la tenga el que diga la verdad, tanto para el bien del país como para el nuevo gobierno.

Se habla mucho de un nuevo espectáculo circense en el país, que es una nueva estrategia del ex presidente Uribe para mostrar su poder político, simplemente llamando la atención para que no solo sus seguidores, el Congreso y el país le pidan que no se retire; pero si sería sano que él sabiendo lo que ha sucedido, si está seguro de su inocencia haga como todo buen ciudadano en respetar las instituciones y colaborar para que todo se aclare.

Presidente Uribe, el país está totalmente polarizado, el país está en medio del caos y el gobierno de Iván Duque puede irse abajo en credibilidad por una mala determinación, sabemos de su pujanza, de su terquedad y de su verraquera para enfrentar las cosas, no pierda la confianza de los colombianos, en especial del pueblo, pueblo y demuestre que todo lo que se ha dicho en su contra es mentira.

Recuerde lo que le decía hace algunos meses en una de mis columnas: el Uribe que necesita Colombia, le recuerdo, el Uribe que necesita Colombia es el que le propone y debate, es el que mueve al Congreso de la República, es el que abre polémica y que como buen paisa sabe enfrentar situaciones bastante delicadas.

Usted no cree que media Colombia se queda frustrada cuando usted dice que se va del Congreso luego de no aceptar la Presidencia de ese órgano legislativo, sí están defraudados los colombianos, porque esperaban esos grandes debates entre Álvaro Uribe, Congresista, gobernador, presidente y congresista ante una oposición dispuesta a hacerle pedazos y un Uribe con todas sus fuerzas a demostrar porque el poder político que tiene.

Señor ex presidente, como dijera alguien, este cuarto de hora es para que usted demuestre si tiene la sartén por el mango o si sus contrincantes tienen la razón en lo que dicen; pero recuerde que lo mas grave en la vida del ser humano es que la verdad y las causas justas se imponen.

No es buena esta polarización para un país que acaba de salir de una guerra de 50 años, una guerra fratricida, de odios, lágrimas y tristezas, en donde pagaron los platos rotos los que menos tenían que ver con este conflicto y mucho menos cuando llegó esa oleada de paz que hizo que Colombia tuviera en muchos años por fin un proceso electoral en completa calma.

Sabemos que hay muchos rencores, hay muchos dolores y odios y que los seres humanos somos dados a perdonar pero no olvidar y ahí es donde se queda la mitad de la tarea; es el momento que se hagan las investigaciones del caso, no de habladas sino concretas, no con el dicho del dicho sino con la sinceridad de los hechos y que no vayan a salir sacrificados inocentes como lo hemos visto en mas de una oportunidad en gobiernos anteriores.

El colombiano de a pie, ese ciudadano que paga impuestos quiere que las cosas se aclaren y que el país vaya por un buen rumbo para el bien de todos.

Se habla de la gran encrucijada, simplemente a secas, y es que en el país hay una gran encrucijada, hay una inestabilidad política que puede llevar a la inestabilidad económica y más en la social en caso de no aclararse los hechos que se están viviendo. Esto aquí parece una película de buenos contra malos, y lo que debemos de hacer es hacer una película de colombianos que luchamos por el bien de un país rico material y en la calidez de sus personas.

Esa polarización debe terminar cuanto antes; porque para nada sirve que el presidente electo Iván Duque esté conformando un gran gabinete con personas honestas, capaces y de gran talento; mientras que el país siga por esta ruta, nos seguiremos matando unos a otros por la desconfianza y el deseo de imponer nuestras ideas por encima de los valores de los demás.

Los medios de comunicación tenemos una gran responsabilidad para dar una manejo serio y franco a las informaciones sobre este tema y ayudar para que el país consiga el camino y el oriente que se merecen.

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