El Jodario ZOZOBRA
Gustavo Álvarez Gardeazábal
Aun cuando el señor ministro de Defensa no lo crea o sus amigos comerciantes no se lo quieran contar, Cali,la capital del Valle, ha entrado en un permanente estado de zozobra.Por alguna razón que los estudiosos no supieron detectar o se equivocaron diagnosticando,en Cali no solo dejaron crecer dos ciudades desiguales enfrentadas por el bocado de pan, sino un distanciamiento feroz entre quienes lo tienen todo y los que deben rebuscarse para conseguirlo, dejando en el medio, como mortadela del sanduiche, a una gran franja de la población que paga todos los platos rotos de ese enfrentamiento.
En Cali hay zozobra porque quien va en su carro o en un taxi o en un uber, teme cada que el semáforo se pone en rojo porque o lo raponean o le muestran una pistola o le quiebran el vidrio de la ventana.Y como a quien le pasa el susto lo cuenta en toda parte, los que no han pasado por esa aventura lo repiten agrandándolo o uniéndolo a otras historias generando la angustia previa a la zozobra.
Lo que sucedió en Ciudad Bochalema esta semana,cuando asaltaron varios apartamentos en una unidad residencial recién construida, es igual a lo que sucedió en otra de estrato mas alto en Lili hace un mes. Pero si usted va al Distrito de Aguablanca, todas las casas están enrejadas de arriba abajo cual jaulas ,espantando ratas y zorros .Si montan en el MIO o en buses, los jóvenes llevan sus celulares en las verijas para que no se los arrebaten y apenas si cargan los billeticos de necesidad para que los robos no sean tan grandes.Y ni que hablar del muertómetro o de las calles de barriadas, propiedad de los combos y pandillas que exigen peaje a cambio de la vida.Cali es una mezcla de orígenes, de bandidajes, de necesidades y de ambiciones,el caldo ideal para la zozobra.
@eljodario
publicado en Diario ADN, octubre 24 2018
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