El Ojo del Halkón Gobierno Duque aun no convence
Por: Rubén Darío Mejía Sánchez
Dije en una oportunidad que no me iba a meter a calificar el próximo gobierno, ósea el que sucedería a Juan Manuel Santos hasta que hubiera pasado un tiempo prudente; pero después de pasar mas de una semana en la Clínica por una arritmia cardíaca (conste, no por las actuaciones del Gobierno, sino por mi situación de salud), pude en el tiempo de “reposo” tratar de ver los noticieros y quiero después de criticar a mis colegas de radio y televisión hablar sobre el Gobierno Duque.
Me preguntaran porque criticar a mis colegas los periodistas, pues muy sencillo, los noticieros de televisión con escasas excepciones se han convertido como los otrora periódico El Bogotano y El Espacio, y como las épocas de la verdadera crónica roja, esa sí bien manejada por la revista VEA que ahora la veo convertida en la crónica roja de la farándula criolla. Y es que de verdad parece que la sangre saliera de las pantallas de televisión y que el manejo que se da en algunos noticieros de la mañana fuera publicidad política pagada o mejor, publicidad de gobierno pagada con justificación a todo lo malo que se hace en este momento.
Tiene uno que estar muy bien del corazón para aguantarse las noticias del día a día y más las actuaciones del Gobierno cuando comienza a hacer lo que dijo que no haría durante su campaña política, como por ejemplo, que no gobernaría con retrovisor y que no habría impuestos y en este momento que escribo solo falta la intención de ponerle impuesto al acto mismo de respirar, en el territorio colombiano.
Se criticó los viajes del ex presidente Santos y ahora no se critica que el presidente Duque esté haciendo viajes a todas las reuniones internacionales, unas importantes y otras no tanto; pero una cosa que si me pareció muy delicado fue cuando bajaron del avión presidencial a varios periodistas durante la visita al Papa Francisco, por llevar familiares del propio mandatario, de políticos y lo peor del caso, llevar solo los periodistas que según las malas lenguas, son de la cuerda del Gobierno.
Decía que no iba a criticar, porque lo que me interesaba era un gobierno que le hiciera bien al país, y con pena tengo que decir que puedo estar en el grupo de esos colombianos que están defraudados con el nuevo presidente, en donde es mas importante la guerra, que la educación y la salud.
Soy testigo de miles de familias que no tienen como comer y soy testigo precisamente porque de niño y de joven conocí la campaña filantrópica de mi familia para ayudarles a muchas familias en el país, especialmente en los departamentos de Caldas y Antioquia que tenían que pasar con una o dos comidas en el día y conocí compañeros con quienes estudié que llegaban con hambre a las aulas de clase. Pero nunca creí que con el pasar de los años se fuera a poner en peligro la comida de tantas personas en el país, como con lo que se anuncia de un IVA del 18% a la canasta familiar e impuestos para una serie de cosas en un país que lo que hacen es robarse el dinero del Estado y no responder por las obligaciones que tienen.
No se con que autoridad los honorables congresistas van a aprobar una reforma tributaria, cuando no dejaron bajar sus sueldos que causó pánico por ver que la reforma anticorrupción se iba a tierra y que a pesar de lo que diga el Gobierno tiene mas salvación un banano en la puerta de una escuela de niños hambrientos.
Las cenicientas de los Gobiernos siempre han sido la educación y la salud, y creo que ahora mas que nunca, porque aunque se ha trabajado de manera aislada en algunos sectores me parece muy grave la respuesta del presidente Duque a un estudiante cuando le dijo enfáticamente que no había mas dinero para las universidades públicas.
Estoy en desacuerdo con la violencia en las marchas de protesta y estoy en desacuerdo cuando el Ministro de Defensa al comienzo del mandato se mostraba en contra de las protestas por parte de los sectores sociales.
Esto está tan descuadernado que ya la gente no quiere creer en nada; unos creen que es que el Presidente Duque hace lo que otros le piden y si vemos políticamente no hay en quien creer y cuando se dice que se está terminando con la mermelada es cuando están diciendo que ésta seguirá para que los deshonestos puedan cumplir con los compromisos para lo que fueron elegidos.
El decir una cosa hoy y decir mañana que no se hace es causa de perder credibilidad y es por eso que las cifras muestran a un presidente a solo 100 días de su posesión con una imagen negativa bastante alta. Leí en la prensa este fin de semana como se califica de populismo el renacimiento de los consejos comunitarios cada semana a pesar de que tengan otro nombre y ya hay malestar en diferentes sectores de la población, en donde muchos no dicen nada porque les gusta tragar entero y les da miedo de lo que está sucediendo.
Ese problema que no se resuelve con el proceso de paz puede traer grandes y malas consecuencias y es revivir la violencia en el país, como lo que está sucediendo con el ELN que ha dado una respuesta al Gobierno Duque con actos de violencia cuando ha puesto una serie de condiciones y no ha mostrado facilidades para adelantar diálogos que vayan hacia la paz.
La violencia e inseguridad en las ciudades y en los pueblos tiene nombre propio, eso se llama hambre y falta de oportunidades de trabajo, con un agregado que es la llegada de venezolanos que han perjudicado en gran parte la oferta de trabajo nacional, porque les toca hacer las cosas a más bajo costo y muchos han optado por contratarlos sin interesar dejar a los nacionales en la vacancia. Hay que ayudarles y como decía alguien, la migración bien manejada da buenos resultados a los pueblos; pero mal manejada la llevará al caos.
Las reformas, política y de justicia dejan mucho que pensar, principalmente la de justicia que hace ver hacia un futuro con una gran impunidad o simplemente donde los inocentes están en las cárceles y los culpables tranquilos en las calles o pagando sus condenas en los domicilios.
Hay muchas críticas al Presidente Duque porque prefiere reunirse con cantantes en el Palacio de Nariño y no con los estudiantes que buscan se les solucionen los problemas para continuar sus carreras, y debemos recordar que estos muchachos deben de ser los que gobiernen al país más adelante.
No es que no crea en el Presidente Duque, sino que no ha podido tomar el rumbo para hacer las cosas bien, pero no castigando a los mas pobres y dejando al país sin clase media; porque hace algunos años se hablaba que se había acabado con la pobreza porque los pobres habían pasado a ser miserables y los de la clase media a ser los pobres, la clase media es el motor de la economía nacional y por favor señor Presidente, no les que los cuatro pesos que reciben los pensionados que con justicia reciben después de haber trabajado por años por el progreso del país.
Sigo esperando que el rumbo cambie y que el Gobierno Duque sea de verdad lo que espera la mayoría de los colombianos.
Nota: Mucho se ha escrito sobre la desaparición del periodista Javier Giraldo Neira y es que sobre su vida y carrera periodística hay mucho para decir de este abogado caldense que fue el creador de una escuela de redactores deportivos de grandes calidades, entre los que están muchos que figuran a nivel nacional e internacional y ahí colado me encuentro yo; porque al periodismo deportivo entré gracias a su paciencia y oportunidad para orientar mi carrera.
Por estar delicado de salud no pude asistir a darle el último adiós, pero a personas como a Javier no se les dice adiós porque están a nuestro lado en cada momento que escribimos, comentamos o narramos una actividad tan importante como es la del deporte, que tiene embajadores y verdaderos embajadores ante el mundo por sus triunfos para el país.
Hoy me uno a los colegas, a la familia de Javier y a todos los que de verdad sentimos su partida y a esos miles de seguidores del Once Caldas que estuvieron con él hasta el último momento de su vida y despedida.
BOGOTA, 11 de noviembre RAM_