Este miércoles retornan a su tierra otros 313 embera asentados en Bogotá
Este miércoles 26 de diciembre emprenden el camino de retorno a sus resguardos en Risaralda y Chocó otros 313 miembros de las comunidades embera chamí y embera katío que se encontraban asentadas en Bogotá en condición de desplazamiento.
Serán ocho buses que parten desde un alojamiento en Corferias que la Unidad para las Víctimas tiene dispuesta para estas comunidades.
Ya el pasado jueves 20 de diciembre retornaron desde la capital 196 personas, pertenecientes a 46 hogares. Fueron 9 buses que llegaron el viernes a la vereda Agüita en Pueblo Rico (Risaralda), desde donde tomaron camino a pie, cargando a mula sus pertenencias hasta llegar al Alto Andágueda, en Chocó, de donde habían salido hace cinco años o más.
Con este segundo grupo se completa un total de 823 miembros de la comunidad embera retornados. “Este es un compromiso de la Unidad con estas familias”, aseguró Ramón Rodríguez, director de la Unidad para las Víctimas, quien acompañó el jueves pasado la partida de las familias desde Bogotá.
Ese retorno estaba previsto originalmente para ser realizado entre el 10 y el 14 de diciembre, pero por condiciones climáticas, la Alcaldía de Bagadó y el Ministerio Público recomendaron posponerlo.
Para hacer efectivo un retorno hay que garantizar tres aspectos: que haya seguridad para el retorno y en el lugar de reubicación, que haya voluntariedad por parte de aquellos que retornarán, y que se haga en condiciones de dignidad.
En los lugares donde se asentarán, la Unidad para las Víctimas acompaña a las familias retornadas. “Son normalmente entre 8 y 12 meses de acompañamiento que hace la Unidad con las familias que retornan a sus tierras. Los acompañamos hasta que tienen plenamente garantizada su vivienda y subsistencia, a través de proyectos productivos”, explicó Rodríguez, director de la Unidad.
