El Jodario LAS PUERTAS DEL CIELO
Gustavo Álvarez Gardeazábal
La hermana Alba Stella Barreto está enferma y resiste con dignidad el avance sicario de la maldad.Ella,una religiosa franciscana de Maria Inmaculada ( de la misma comunidad de la colombiana secuestrada en Malí),nacida en Bucaramanga y educada en Marydiaz en Pasto,ha servido de manera absoluta a la comunidad de Aguablanca, el marginado distrito habitacional de Cali desde 1987. Su nombre y su temple, su dedicación y claridad le han merecido ganarse el respeto y el cariño desde cuando el Cardenal Rubiano era obispo de Cali hasta estos días,cuando un candidato a la alcaldía abusa de su nombre para soplar a los electores que él y su familia le han ayudado a consolidar su ejercicio social.
Ella, que debe haber sido la primera sorprendida por la utilización indebida de la ayuda recibida,no ha hecho política ni se dejó tentar por los fantasmas de la nombradía parroquial.Siempre ha repetido que ella no es dueña de la voluntad de nadie sino un instrumento para que esas voluntades puedan trascender.Como tal entonces ,miles de antiguos niños la recuerdan y otros miles más de mujeres le reconocen su carácter impulsador y su eterna batalla contra la injusticia de la que ellas las liberó.
Da gusto oirla hablar y explicar la escanografía de los problemas sociales que han hecho de Aguablanca y sus gentes un lunar descuidado o paternalisticamente remediado. Ha entendido como pocos la verdad de la tragedia de esos negros llegados desde las orillas de los ríos del Pacifico a amontonarse en inquilinatos donde ella es recibida como el bálsamo mitigador y, como los entiende, los ha podido ayudar mas que nadie. Ahora,cuando la maligna enfermedad la corroe sin piedad,miles de hogares caleños ruegan a sus santos y a sus divinidades que le abran las puertas del cielo donde ella debe ser gloriosamente recibida.
@eljodario
Publicado en Diario ADN, enero 18 2018
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