martes julio 16 de 2024

¿Basta el voto para generar democracia en Venezuela?

 Por Carlos Villota Santacruz

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Torturas, detenciones arbitrarias y ejecuciones extrajudiciales hacen parte del cóctel de violaciones que se han registrado en Venezuela en los últimos años, en un marco de total impunidad”. Todo se ha registrado, gracias a que en el país suramericano “no hay un poder judicial independiente” para aplicar la justicia.

Con la llegada del año 2019, se hizo más visible que el régimen que controla Venezuela es un régimen cívico-militar que no tiene límites en el ejercicio del poder y que se conduce como una dictadura.  Las elecciones que ha llevado a cabo el gobierno de Nicolás Maduro, en las cuales fue candidato, fue una propuesta de Maduro para intentar legitimarse y consolidar una dictadura cívico-militar mediante un proceso fraudulento electoral.

Lo anterior significa que el ejercicio del voto no basta con generar la democracia. Si bien, en Venezuela parecía un ejercicio trasparente en el fondo nunca lo fue. Los hechos así lo demuestran. Una verdadera democracia involucra diferentes aspectos como la calidad, la aplicación de un sistema anticorrupción, terminar con la desigualdad, castigar con cárcel a quien incurra en prácticas corruptas e ir más allá, con un cambio en las instituciones.

Lo que han vivido los venezolanos por años, es estar privados de la libertad. No conocen que es la democracia. Lo que se siente en las calles de Maracaibo, Valencia y Caracas es decepción, desánimo y falta de interés en la población y particularmente entre los jóvenes, que no tiene futuro. Lo que es peor no cree en Gobierno ilegítimo y están alejado de la política. Hoy, hay una luz de esperanza con Juan Guaidó –quién se proclamó presidente de Venezuela- con el propósito de asumir un proceso de transición a la democracia.

De ser exitoso el retorno a la democracia, el entrante Gobierno deberá tener como bandera el respeto a los derechos humanos y asegurar que su acción no dificulte su protección y promoción. Es decir, establecer políticas e instituciones independientes que son la conciencia de sus acciones, además de leyes que sancionen y ratificar protocolos internacionales.

También recuperar el aparato productivo. Cambiar el modelo de educación y “estirpar” del país todo lo que represente el “chavismo”, cuya propuesta de revolución no solo fue un canto a la bandera, sino que convirtió a Venezuela en un el patio trasero de Cuba.Una advertencia que reseñamos de manera oportuna del tsunamí que se venía en el país suramericano en el libro “Gobierne bien y hágalo saber”.

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