El Ojo del Halkón Intolerancia
Por: Rubén Darío Mejía Sánchez
Quizá la noticia en primer plano para todos los medios de comunicación y en especial para los amarillistas, lo sucedido en Nueva Zelanda fue la irresponsabilidad de Facebook al no estar vigilando la transmisión que hacía un loco asesino por la red social. No importó que fueran mas de 40 los muertos, sino que se centraron en si había tenido o no responsabilidad Facebook por esa transmisión en directo.
Para mí, lo grave y mas grave es la intolerancia racista y religiosa de un loco fanático, quien desde días antes había manifestado en las redes sociales el odio hacia los inmigrantes y a los musulmanes, y se cumplió lo que por lo general hacen los grandes asesinos y delincuentes de profesión, quienes darse vitrina y para eso utilizan los medios de comunicación y ahora las redes sociales.
No sé mucho de la tecnología de las redes sociales; pero lo que si creo es que es muy difícil tener una alerta cuando suceden mil cosas, como injurias, como chantajes, como muchas cosas mas además de las denuncias que hacen muchas personas que en más de una oportunidad no tienen nada que hacer.
Veía en una película en estos días como una mala nota subida a cualquiera de las redes sociales se puede hacer viral y hacerle daño a una persona y es así que cuando hablamos de suicidio en el mundo y en nuestro país, los padres de familia deberían tener cuidado para darse cuenta si los hijos están siendo víctima de matoneo o de persecución por asuntos religiosos, de raza o políticos.
Pero en sí lo que me atañe en este momento con gran tristeza es el odio con el que se vive actualmente, por personas que uno no cree que piensan de esa manera. Es pecado pensar diferente a las otras personas y es cuando vemos que el solo hecho de informar y decir la verdad en este país, que en años atrás fue considerado entre los mas peligrosos para ejercer el periodismo, estemos retrocediendo y casi medio centenar de periodistas, según lo informa la Fundación para la Libertad de Prensa, están siendo amenazados en especial en las regiones apartadas por los que se creen los grandes gamonales y dueños de los partidos políticos.
Una cosa es decir que hay libertad de prensa y otra que se respete a quienes informan.
La intolerancia que existe es tan grave que no creo que sea admisible el comportamiento de una congresista ante quien ha dejado las armas y ha entrado a la vida política y de democracia, como cumplimiento de unos acuerdos con el Gobierno y que luego esta congresista diga a los cuatro vientos, como lo hizo el viernes en Hora 20 de Caracol, cuando se ufanó de no arrepentirse de haber insultado a quien hoy, quiera o no, es su colega del Congreso.
Me refiero con todo respeto a la doctora Paloma Valencia, quien le dijo narcoterrorista a uno de los ex FARC en el Congreso y sigue con su tonito fuerte, olvidando que cuando se llega a acuerdos con grupos alzados en armas o fuera de la ley hay que hacer una serie de sacrificios, como cambiar el lenguaje y si no se perdona, por lo menos se respete la actitud de la otra persona.
También condeno la actitud del señor Catatumbo y no justifico un comentario al respecto, que era normal los escándalos en los congresos del mundo, en especial en Europa, en donde los congresistas llegaban muchas veces a irse de manos.
Decía mi abuelo que hay que dar segundas oportunidades, porque todos hemos cometido errores, pero tenemos la oportunidad de seguir en lo que estamos haciendo malo o seguir por el camino correcto, como lo han hecho los ex combatientes de las FARC que solo desean que el país siga en paz después de 50 años de guerra fratricida.
Quiero aclarar algo, no estoy de acuerdo con lo que hicieron las FARC por mucho tiempo, porque mi familia fue víctima de sus acciones, pero una cosa que si me gustaría seria que el respeto que me enseñaron hacia los poderes ejecutivo, legislativo y judicial se pusieran en práctica, a pesar de que en este momento no se cree en el Congreso, en la Justicia y se espera mucho de una buena tarea del Ejecutivo.
Iván Duque es un hombre joven e inteligente, y sabemos que debe ser consciente de algo, y es que dependiendo de su labor como presidente así va a ser su futuro político. Tiene ideas muy buenas; pero a veces hay que actuar con serenidad y no hacer todo lo que se nos exige.
De todo lo que sucede a ese alrededor, se culpa al expresidente y hoy senador Álvaro Uribe; pero no creo, a pesar de saber que él gobierna actualmente y que es de gran importancia para el país que él esté de acuerdo con las metidas de pata de la señora Valencia y la señora Cabal.
Ahora con lo que está sucediendo con la JEP el país está en shock y hablo de las personas de a pie que no saben qué hacer, porque creen que hay muchos odios cuando lo importante sería reparar a las víctimas, que se haga justicia con quienes han cometido delitos y que todos los acuerdos sean respetados para poder tener la esperanza de dejar un país vivible a nuestros hijos y nietos y no otra vez llenos de sangre como hace algunos años.
Me comentaban en alguna oportunidad que los colombianos nos habíamos vuelto tan insensibles que la muerte de los soldados, de los guerrilleros y de los ciudadanos comunes no nos importaba, porque nos habíamos enseñado tanto a la guerra que ese ya era pan de cada día y no nos importaba lo que sucediera.
Estoy de acuerdo con que el Gobierno haga respetar las leyes, que haga mucho por los menos favorecidos y que no olvide a ciertas regiones del país donde se están muriendo de hambre, de miseria y de soledad.
Colombia es un gran país, de gente buena y aguantadora, la que ha tenido que aguantar que se le pisoteen los derechos, que mientras que se cobran impuestos a diestra y siniestra, salga la Secretaria Ejecutiva de la Cámara de Representantes a justificar el gasto de mas de cincuenta y tres mil millones de pesos en camionetas blindadas para los Honorables Representantes de la Patria.
Se habla de apretar el cinturón y ahora sale a relucir otra bella idea que han respaldado muchos congresistas y políticos, como lo hizo el viernes en Hora 20 la señora Paloma Valencia cuando estuve de acuerdo con el aumento de las tarifas de la energía en todo el país para pagar una deuda de Electricaribe, dinero que se robaron y cuyos delincuentes aún no pagan por eso.
Si se estuviera seguros que ese dinero que se va a descontar a los estratos 4, 5 y 6, se fuera a invertir en solucionar un problema crónico como el de la electricidad en la Costa Atlántica, el esfuerzo se justificaría; pero esperemos que mas adelante no digan que ese dinero se ha perdido como por encanto.
Los campesinos necesitan mas apoyo, los profesores necesitan tener salud, los jóvenes mayor atención, estos últimos cuando han sido víctimas de las drogas y de quienes han comenzado a acabar con vidas, solo pensando enriquecerse con ese veneno de la droga.
Hay que tomar medidas de precaución y evitar que continúe la deserción escolar, y recordemos que es una responsabilidad de padres, profesores y del Gobierno para tratar de erradicar esas bandas criminales que están haciendo de las suyas y acabando con los futuros colombianos.
Nota:
No he estado equivocado cuando digo que los verdaderos embajadores de Colombia son nuestros deportistas en todas las disciplinas y es por eso que hay que abogar para que en los grandes presupuestos no fortalezcamos lo relacionado con la guerra, sino con la búsqueda de la paz y se apoye el deporte, la salud y la educación.
Hubo un eslogan muy hermoso que se veía en las vallas de grandes ciudades, era una valla de la Policía Nacional que rezaba, “eduquemos al niño de hoy para no castigar al hombre de mañana”.