Colombia duro de matar La belleza de la imperfección
El resultado anhelado, con dramáticas formas para conseguirlo. Un partido loco para pelear y no para jugar. Con fiebre en los tableros tácticos por los continuos retoques y en las tribunas enloquecidas. El peor trámite, alejado de las formas y el estilo del futbol colombiano, para hombres rudos, con carácter, acostumbrados a jugar con la mente, la lengua y los pies.