Caída libre
Baste mirar la tabla y los resultados para sacar conclusiones. Las caras largas después del domingo lo dicen todo. Pero lo peor es la perdida identidad en el juego. En agosto del año pasado el Once era el club que mejor actuaba, rendía e impresionaba. Confrontaba con los aspirantes al título y los dominaba. Hoy es uno de los peores, sin excusas y sin exageraciones. Choca y pierde con los que pelean el descenso.