La mujer que hablaba sola
Melba Escobar ha rastreado, en sus dos anteriores novelas, la ominosa realidad de una Colombia fracturada por la violencia y el clasismo, por los radicalismos ideológicos y las profundas inequidades de una nación que ha permanecido en guerra desde hace setenta años. La voz de la protagonista nos confronta, nos recuerda que todos somos seres contradictorios y que, muchas veces, caemos en la trampa de emitir juicios que rayan en el fanatismo.