El Ojo del Halkón Por Fuerza Mayor
A nuestros lectores y amigos queremos contarles que por problemas de salud nuestros director Rubén Darío Mejía Sánchez no ha vuelto a escribir la columna el Ojo del Halkon.
A nuestros lectores y amigos queremos contarles que por problemas de salud nuestros director Rubén Darío Mejía Sánchez no ha vuelto a escribir la columna el Ojo del Halkon.
Quizá la noticia en primer plano para todos los medios de comunicación y en especial para los amarillistas, lo sucedido en Nueva Zelanda fue la irresponsabilidad de Facebook al no estar vigilando la transmisión que hacía un loco asesino por la red social. No importó que fueran mas de 40 los muertos, sino que se centraron en si había tenido o no responsabilidad Facebook por esa transmisión en directo.
La mesa estaba servida, el Estadio estaba en forma, las tribunas estaban llenas y el plato del día listo, todo era perfecto en la cancha del Estadio Nemecio Camacho El Campín, de la ciudad de Bogotá. Seguidores de Millonarios y de Nacional se alistaban a ver un gran espectáculo y como se dice de manera coloquial, el Estadio estaba hasta las banderas, todo sería una gran fiesta y fue una gran fiesta futbolera, porque los hombres de ambos equipos dieron todo de si y los aficionados debieron de salir satisfechos del superclásico correspondiente a la novena fecha de la Liga Aguila I-2019.
En este momento la frase del expresidente Darío Echandía viene como anillo al dedo y se da en el ámbito nacional e internacional y solo destaco tres escenarios: en Venezuela, Maduro hace lo que se le viene en gana, en medio de la situación que vive el país prohíbe la entrada de la ayuda humanitaria y reina la represión para su pueblo.
Hay medio Bogotá que está escandalizado e indignado por las medidas tomadas por la Alcaldía de Bogotá para poner freno al problema de contaminación que ha comenzado a hacer mella en la Capital de la República. Han puesto el grito en el cielo, los comerciantes, las personas que salen en las mañanas a hacer deporte y principalmente los conductores de carros de bajo y alto cilindraje,
Quiero empezar esta columna diciéndole a mis colegas los periodistas, que para mi es un orgullo formar parte de un gremio tan interesante y necesario en la vida de la humanidad y recordar lo que dijo un gran pensador, que el periodismo era el mejor oficio del mundo, y de verdad que lo es.
Definitivamente éste es un país que no sabe para donde va y en donde se cometen errores uno tras otro, y errores que no deben de cometerse por el bien del país y su imagen internacional.
Pensar por el momento en un acuerdo de paz entre el Gobierno Duque y el ELN es una utopía, porque tanto el Gobierno Duque como el ELN no cede, y como dijo Pablo Beltrán, jefe de la delegación del ELN al periodista de Caracol, Diego Bonilla, en La Habana, ellos están dispuestos a regresar al país y no meter en problemas al Gobierno de La Habana sino ir al monte, que es donde se sienten bien, porque es donde han permanecido por muchos años
Sentí terror, la película volvió a mi mente, mis años de reportero habían regresado y las imágenes se repetían, había vuelto el terror o terrorismo como se llamó, las bombas sonaban en todos los lugares, en Medellín, Bogotá y Cali, y no se hablaba sino de muertos, porque me tocó ver en el suelo y destrozados muchos colombianos inocentes que nada tenían que ver con la guerra entre el Gobierno y el narcotráfico.
Hay temas que no me gusta tocar mucho, porque creo que mis lectores se horrorizan igual que yo, porque estamos cansados de la muerte y del desasosiego que se está viviendo en el país y en donde no pasamos de palabras y palabras para hacer algo concreto.