viernes julio 19 de 2024
Opinión
ELJODARIO

El Jodario LA JOYA DE LA CORONA

Cuando aquí advertía,antes que en otra parte,lo que podía ir sucediendo en Hidroituango y trataba de escanear la verdad a mis lectores y oyentes, me cayó el escaparate encima. Los antioqueños fervorosos, que no permiten que se les diga que pudieron equivocarse, se enfurecieron y por redes la acusación trató de ser unánime en el sentido  de que yo quería destruir a Antioquia,y que,por encima de lo que yo dizque inventaba saldrían adelante y que eso de haber estado diciendo,

Rubén-Darío-Mejía-Sánchez-251117A-230x300A

El Ojo del Halkón Son necesarias clases de urbanidad

Era un mes de marzo, para mejor recordar un jueves santo y mi abuelo materno me entregó un maletín de cuero con cargadera para que pudiera llevar los libros al colegio y una historia sagrada, una cartilla Charry que según él era un poco mas avanzada que mi Alegría de Leer y un librito supremamente pequeño de escasas hojas o páginas que se llamaba Urbanidad de Carreño, que para él, este último era tan importante como los anteriores, pero de básico valor para ser un hombre de bien.

ELJODARIO

El Jodario MEMORICIDIO

Desde hace varios años Gloria, la hija de Jorge Eliécer Gaitán, viene hablando del memoricidio que se ha pretendido hacer con el recuerdo de su padre. No pierde ella, fogosa heredera del estilo batallador del caudillo asesinado el 9 de abril de 1948,de hacernos ver cada tanto que en este país volvemos a caer en los mismos errores porque no nos gusta recordar ni cuando nos equivocamos ni cuando acertamos.En otras palabras porque no hemos querido aprender de nuestra propia memoria histórica.

Esteban Jaramillo Osorio 0022018-04-02 at 8.56.55 AM

El placer infinito…

La noche mágica, la fiesta, la orquesta, los interpretes, el toque con gozo, el placer infinito. El futbol en máxima expresión, con  fidelidad al espectáculo. Con el, Colombia puso patas arriba a los polacos y a los resultadistas que ven imposible combinar los números con actuaciones deslumbrantes, electrizantes, para abonarse contundente al eterno conflicto conceptual sobre lo que es jugar bien o jugar bonito.