El acoso de los estafadores
Nuevamente los habitantes de las principales ciudades colombianas están siendo víctimas del acoso de timadores mediante las modalidades de las pirámides, el «cambiazo» de billetes y por la Internet.
Nuevamente los habitantes de las principales ciudades colombianas están siendo víctimas del acoso de timadores mediante las modalidades de las pirámides, el «cambiazo» de billetes y por la Internet.
De acuerdo: Lazaga no es un criminal. Su acción, al hacer un gol con la mano, prohibida por el reglamento del fútbol, no está contemplada como delito en el código penal. Es, el delantero del Cúcuta, un tramposo. Su mano, bendita para los cucuteños, y demoníaca para los quindianos, equipo afectado, tipifica una ausencia total de juego limpio.
Sesenta años de ser escenario del espectáculo taurino, cumplió la Plaza de Toros de Manizales. Como estoy en la edad en que todo me parece bueno, o maluco, depende del pie con que me levante, no me voy a derramar en elogios o en críticas sobre la celebración del importante cumpleaños. Podría haber sido mejor.
Las reacciones e interpretaciones que generó la decisión del Movimiento Político MIRA, de construir Acuerdos Programáticos para las próximas elecciones regionales correspondientes a Alcaldías, Gobernaciones, Asambleas, Concejos y JAL, han sido del más variado orden.
“No hay peor sordo que el que no quiere oír”. Nada tan cierto. Al que no quiere oír poco valen las explicaciones, los argumentos, las reflexiones, los comentarios o los requerimientos. Sencillamente ya tiene una idea fija sobre el tema y no quiere o no le interesa cambiarla. Pasa lo mismo con el que no quiere ver.
La persecución política y religiosa desatada en Colombia, sumada a la falta de garantías del sistema electoral actual, ambos hechos notorios en 2014, constituyen un punto de inflexión en la historia de MIRA: nos conducen a desarrollar el concepto de la independencia solidaria, propositiva y recíproca, así como a ponerla en práctica manteniendo intactos nuestros valores y principios.
Uff qué pereza, qué hartera, regresar a Bogotá, después de estar en el paraíso, rodeada del ser que más quiero y de una majestuosa naturaleza en las “alturas”. Pero así es la vida, así son los compromisos y toca enfrentarse a este mal vividero en que se ha convertido la que López Michelsen llamara la Atenas suramericana.
Sin ser un experto en el tema, me atrevo a pensar que no solo en Colombia, sino en el mundo entero vamos indefectiblemente rumbo al precipicio del silencio, porque cada día que pasa, las estadísticas que presentan los gobiernos y en nuestro país, los estudios que hacen las diferentes universidades, arrojan cifras sencillamente aterradoras sobre el número de personas que sufren disminución de la audición, en algunos casos por terquedad y en otros por ignorancia.
No entiende nadie cuando se habla de que el 2015 debe de ser el año de la educación, cuando no son muy claros los programas del Gobierno en este campo y en especial en lo que tiene que ver con las zonas rurales, se habla de la falta de cobertura a nivel nacional por falta de profesores, muchos de los cuales no están listos para trabajar en regiones apartadas del país.
Ante la posibilidad cada día más anhelada de la firma de un acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las FARC, se avecina un ambiente propicio para realizar acciones que confronten el modelo de educación existente y, con ello, a los poderes que establecen las deficiencias educativas por superar.