
Destrucción del planeta
Es triste y doloroso que ante nuestros ojos y en corto tiempo ocurra la peor destrucción de nuestro planeta ocasionada por el hombre.
Es triste y doloroso que ante nuestros ojos y en corto tiempo ocurra la peor destrucción de nuestro planeta ocasionada por el hombre.
La vida del futbolista no pasa exclusivamente por la admiración de la gente, sus tareas en las canchas, o sus voluminosos sueldos. Los demonios acechan cuando dan pasos en falso, fallan en sus presentaciones, o padecen largas paras por lesiones.
Lo está matando al mundo actual sin lugar a dudas es la intolerancia, todo el mundo quiere tener la razón y todo el mundo cree tener la verdad absoluta y es cuando queremos terminar con nuestros semejantes por una u otra razón, por racismo, por ideas políticas o por creencias religiosas, ya no tenemos tolerancia y siempre creemos ser portadores de lo absoluto.
En cinco temas puede dividirse un primer comentario al Plan Nacional de Desarrollo (PND). Primero. Su financiación está embolatada. La víspera de presentarlo al Congreso sus autores tuvieron que recortarlo en 90 billones de pesos, porque calcularon los ingresos con cifras infladas.
No se sabe si los colombianos debemos acostumbrarnos a anuncios insuficientes, como los llama el Jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle o a actos de cinismo propios de las Farc cuando desde la Habana se refieren a temas sensibles para la sociedad.
Permítaseme una alusión personal. Desde el Colegio y la Universidad, en cuanta publicación hubo en Manizales, traté de colarme como columnista. Desde hace cincuenta y cinco años lo logré. Y he sido reiterativo y consecuente en algo que se me convirtió en una obsesión:
Como soñar, afortunadamente no tiene impuestos de la DIAN, anhelo en Colombia un futbol, sano, divertido, netamente deportivo que anime as seguidores de cada equipo y que no exacerbe pasiones que pasen límites del respeto entre bandos y desaten vandalismos y asesinatos, por ser de tal o cual equipo.
Tradicionalmente hoy se celebra en Colombia el día del periodista, ese bello oficio cuyos obreros de la palabra tienen una enorme, sagrada y fundamental responsabilidad con el individuo y la sociedad ya que al construir discursivamente “la realidad” con su verdad y su objetividad
Se nos arruga el alma, no puede uno comer tranquilo cuando nos llegan noticias de que la hambruna recorre el mundo desde África hasta América y que Colombia no es la excepción.
Creo que el campeonato que los colombianos podemos ganar con facilidad, si lo hubiere, es el de los cachicerrados. Aquí hay que repetir a toda hora enunciados y principios que debieran estar instalados en el colectivo social. Reiterar a diario, por ejemplo, que si algo es indispensable es construirle arcos torales a la justicia colombiana. Una nación que no crea en ella está al borde del despeñadero.