Evelio Giraldo Ospina: el inolvidable amigo que nunca conocí
Casi todos los días, durante los últimos cinco años, recibía una llamada de Evelio Giraldo Ospina, una vez en la mañana y otra, en la tarde.
–Vengo de caminar. Estuve por el cerro Sancancio, pensando en las notas de hoy. Ya hice los mandados que pidieron en la casa y bueno, estoy atento a las informaciones del día. ¿Qué ha pasado por Bogotá? ¿Me vas a mandar noticas?