Sin hipocresía
Gustavo Petro quiere trascender. ¿Y qué presidente no? Sin hipocresía. Hay que decirlo de frente. Nadie llega al poder para transitarlo como un pasajero del montón. La tentación de aferrarse a él es enorme. Una debilidad humana. En algunos escenarios la perpetuación se da en virtud de la reelección y en otros por interpuesta persona.