El dictador tiene problemas
No sabemos cómo va a terminar el peligroso viaje de Nicolás Maduro, dictador ahora titular de Venezuela, pero de forma tranquila no va a ser. Tiene demasiados enemigos en el mundo como para que pueda dormir tranquilo en su averiado y usurpado palacio de Miraflores. El sábado 17 de agosto salieron a las calles de mundo, además de las de toda Venezuela, unas multitudes tan grandes y vociferantes que no cabe pensar que vayan a guardar silencio pronto. Ocurrió en más o menos 350 ciudades de muchos países