
Otro falso positivo
Paso a paso se va apaciguando el escándalo amarillista que rodeó la muerte de Freddy Rincón. La investigación pierde interés y toma los caminos del olvido, como, para algunos, su memoria.
Paso a paso se va apaciguando el escándalo amarillista que rodeó la muerte de Freddy Rincón. La investigación pierde interés y toma los caminos del olvido, como, para algunos, su memoria.
¿Quién es tu candidato preferido para conducir la selección Colombia? . Opina, tranquilo, tienes la palabra, así tu voz no sea escuchada por quienes deciden. Convencete de que no eres parte del fracaso, eres una víctima.
La vida de Freddy Rincón no se resume en una frase, una anécdota, un llanto con lamentos, un minuto de silencio o en un sentido mensaje de despedida.
Agotada poco a poco la retórica crítica a la selección, cierran las heridas. De nuevo el placer compensatorio de volver a los estadios y de seguirle la huella a la redonda.
Es cierto, en las crisis del futbol nada pasa. Por eso, mañana será otro día, otro despertar, otros torneos mejores que el presente con sus tormentas.
En estos días de acoso del demonio atómico que, según predicciones apocalípticas, nos va a borrar de este mundo. Del apogeo de las campañas políticas con algunos personajes de uñas y lenguas largas que promueven con burda publicidad y cinismo extremo, que acabarán con la corrupción.
El mundo lo dominan los villanos, en una lucha fratricida de poderosos y valientes, que quieren el poder o la libertad. Dictadores, desquiciados, que navegan en la sangre de los pueblos para acrecentar su autoridad. Negro panorama para la paz de los pueblos.
Los cánticos constantes, los aplausos con estrépito y el conteo, de uno a once, que caliente la tribuna y premia a los futbolistas, provocaron un inigualable estado anímico, en la apabullante victoria del Once ante el Pasto.
Las disputas íntimas de los semidioses de la selección Colombia, a pesar de sus repercusiones, no menoscaban la fe del hincha, fe de carbonero, que cree en la posibilidad, por exigua que sea, de ir al mundial.
El Once Caldas es portador de buenas noticias porque está echando bases sólidas para una idea…Un estilo. No hay estrellas, pero hay equipo. Ninguno de los futbolistas elegidos por el entrenador, chupa rueda. Todos jalan del pelotón. Todos ponen el pecho. Todos corren hasta la extenuación y todos sienten los efectos del triunfo.