De pena máxima
Las dispendiosas disputas entre dirigentes y futbolistas, con amenazas de paro, discusiones por descansos, sueldos por encima o debajo de la mesa, tajadas de tv, mesas de conciliaciones, con protagonistas obstinados en su silencio, como rechazo a la ley con burlas públicas, deberían dirimirse como las grandes citas futboleras, con disparos desde el punto penalti.