CON EL ALMA
Lo que valen los tres puntos.
Volvieron los obreros, a luchar y a jugar, para justificar la victoria, la que se pudo sellar con goleada. Solo que la maldición del último toque, sigue pasando factura.
Lo que valen los tres puntos.
Volvieron los obreros, a luchar y a jugar, para justificar la victoria, la que se pudo sellar con goleada. Solo que la maldición del último toque, sigue pasando factura.
Una cosa llevó a la otra. Dayro pensó en él y se olvidó del equipo. Su egocentrismo en la última jugada de ataque, que concluyó en error, dio vía libre al triunfo de Jaguares, con replica elaborada, cuando faltaban seis segundos para el cierre del partido. Impredecibles son el futbol y los resultados.
“El nene” para las chicas de la época; artista, para los hinchas del balón, por su guante en el pie; amigo entrañable que no disfrazó su dignidad, la que reafirmó en su larga vida, consolidando amistades en las canchas, en sus ajetreos comerciales y en animadas tertulias con sus amigos de siempre, como Hernán Peláez periodista activo, reconocido, y Pacheco, famoso presentador,
Las caras y caretas de un crimen, la doble moral y el populismo. Quien la hace, la paga. Los tres futbolistas del Once Caldas, acusados por extorsión, convirtieron una travesura en un delito, en medio del escándalo público, con señalamientos del periodismo y el especial interés por trivializar los hechos por parte de un sector de la información.
Como mi futbol preferido es el de calidad individual y colectiva, como punto de apoyo a los buenos resultados, destaco en la selección Colombia, que en estos días asomo la cabeza, el reencuentro de la sintonía con el público.
El empate para el Once Caldas en el clásico es un alivio como estímulo, aunque mal andamos. La mejoría se aprecia por lapsos, pero es inconstante. No es obsoleto el libreto, lo son las ideas de los jugadores, por la inseguridad que transmiten y su nerviosismo frente a la pelota.
Toco de primera. En noventa segundos y algo más, el fin de semana de clásicos en el futbol colombiano. Novedades sin filtro.
El placer del regreso, cuando hay oponente, rivalidad y no cuando se confronta solo por negocio, con partidos insufribles. Tiene siempre la Selección Colombia una especial atracción, así se relacionen las viejas cuentas de cobro, por su ausencia en el anterior mundial
La puerta de los sustos se abrió para el Once Caldas desde el comienzo del partido con Huila, por el extremo izquierdo defensivo, donde Jáider Riquett, actuaba improvisado y sin recursos. Faber Gil, un jugador de 28 años, sin suceso en sus antecedentes, de buen presente en Huila, lo bailó de principio, a fin hasta su expulsión.
Lo feo de esta historia es la derrota del Once Caldas, una más, hundido en la inoperancia, sin soluciones, dominado por las necesidades, sin respuestas.