El inquieto anacobero
Empezando los años 40, se encontraba aventurando en Cuba el cantante portorriqueño, Daniel Doroteo Santos Betancourt. Un locutor de aquellos programas radiales en vivo, inspirado en una canción, lo «bautizó» como el «inquieto anacobero», palabra ésta que, en la lengua africana ñáñiga, significa «diablillo». Claro; el cantante boricua era «cumplido» con las mujeres, como diría el maestro Rafael Escalona.