Reportaje a una herida
Se equivocan quienes califican la entrevista de Vicky Dávila a Nicolás Petro como un mal ejercicio periodístico, así sea cierto. A lo sumo sería test de admisión en cualquier facultad de periodismo que filtre quién no tiene vocación ni corazón para entrar en carrera. De lo contrario, formarían escuelas de sicariato moral, si se trató de sacarle la entraña al personaje en cuestión.